Durante dos años, hasta abril de 2016, cuando fueron detenidos en Langreo tras asaltar a una mujer de 88 años, fueron el terror de los ancianos. Se supone que llegaron a asaltar en sus casas a unos 200 por toda Asturias. Los presuntos autores de estos robos con violencia e intimidación, una pareja de Noreña de 48 y 55 años en la actualidad, se presentaban en las casas haciéndose pasar por empleados públicos, trabajadores municipales o del censo, lo que les permitía en primer lugar ojear a sus objetivos y luego robarles con toda impunidad. Esta mañana se sientan en el banquillo por un robo que cometieron en la mañana del 1 de febrero de 2016, y del que fue víctima un vecino de Posada de Llanera, al que quitaron 400 euros tras maltratarlo. El fiscal pide cinco años de cárcel para cada uno de ellos.

Según el fiscal, los hechos ocurrieron poco después de las diez de la mañana. Los dos se dirigieron al domicilio de la víctima, en el que ya habían estado con anterioridad, haciéndose pasar por empleados del Ayuntamiento. Tras llamar al timbre de la puerta y decirles el hombre que no quería nada de ellos, lograron acceder a la vivienda, le taparon la boca y lo empujaron arrastrándolo hasta el sofá. A continuación, se apoderaron del monedero de piel que llevaba en el pantalón, en el que estaban los 400 euros. Luego abandonaron rápidamente el domicilio.

A consecuencia de los hechos, la víctima sufrió una herida en el velo del paladar y equimosis en la región lateral de la nariz. Precisó de una sola asistencia médica para su curación, que alcanzó a los cinco días. Aparte de la pena de prisión, los acusados se enfrentan a una multa de 600 euros por un delito leve de lesiones.

Los acusados lograban pasar desapercibidos debido a su buena apariencia, que no hacía sospechar a las víctimas. Se cree que vigilaban previamente a sus objetivos. Buscaban siempre personas mayores, preferentemente que viviesen solas, para evitar la aparición de familiares. Y también elegían el momento en que acababan de cobrar sus pagas de jubilación, aunque de las viviendas se llevaban todo tipo de objetos, como joyas.