El gijonés Amadeo C. Á. ha sido condenado a nueve años de cárcel por violar y someter a malos tratos y vejaciones a la que fuera su pareja, Y. F. I., en la casa que compartían en Gijón. Durante el juicio, celebrado el pasado marzo, la víctima ofreció un desgarrador relato de las violencias a que fue sometida, acompañadas de comentarios del tipo: "Estás vieja, solo sirves para puta y sin cobrar". Después de ser violada, declaró la mujer, el acusado se burló de ella y le espetó: "No me digas que no querías porque te ha gustado, solo sirves para eso". El acusado, que ha cambiado de abogado, y ahora está defendido por José Carlos Botas, acaba de recurrir la sentencia dictada por la sección tercera de la Audiencia Provincial -fue ponente el magistrado Francisco Javier Rodríguez Santocildes- ante el TSJA.

En el juicio, la gijonesa Y. F. I. relató cómo Amadeo C. Á. la violó en la noche del 11 al 12 de marzo de 2017. Unos días antes, el 4 de marzo, la mujer había sufrido una brutal agresión. "Cuando llegué de trabajar comenzó a discutir. Decía que había llegado tarde. Estaba colocando la comida. Cogió una lata de albóndigas y me la tiró. Me dio en la mano. Me dio un ataque de risa, siempre me pasa cuando me pongo nerviosa. Él pensó que me reía de él y entonces cogió una silla e intentó darme con ella. Yo me metí debajo del mueble de la cocina y no me alcanzó. Luego me senté en la mesa y llegó él y me dio dos rodillazos y un puñetazo en el costado. Me levanté de la silla porque me dolía un montón y me faltaba el aire. Intenté marcharme, pero me empujó y caí al suelo", declaró la mujer, una treintañera.

Una semana después, el costado aún le dolía. Después de volver de trabajar limpiando portales, lo único que quería era descansar. "Estaba muy cansada, y además enfadada, porque el costado me dolía al respirar y tenía además que levantarme temprano, a las cuatro de la mañana. Él estaba jugando a la consola en la cama y entonces empezó a darme besos en el cuello. Yo le dije que no quería. Él decía que sí, que un poquito. Entonces me agarró de las muñecas, yo seguí repitiéndole que no quería. Me dio en la rodilla, yo me resistía, pero me dolía mucho el costado. Se lo dije hasta llorando, que no quería, que me estaba haciendo daño y al final lo hizo. No sé cuánto duró, me pareció una eternidad", relató la mujer llorando. Mientras todo esto ocurría en el dormitorio del hombre, la madre del presunto agresor veía la tele en el salón. En el juicio, declaró que no había escuchado nada.

Problemas

La pareja tenía un amplio historial de peleas y agresiones. En el juicio, y ahora en el recurso, el acusado adujo que todo era mentira. Unos días antes de la supuesta agresión, ambos acudieron a los Servicios Sociales y aseguraron que la convivencia era buena. Quizá querían dar a entender una normalidad inexistente, puesto que querían recuperar la custodia de su hijo, gemelo de otro que había fallecido tiempo atrás. El acusado adujo que la lesión del costado que presentaba la mujer (se le diagnosticó una fisura) se la había hecho al caerse mientras limpiaba en un portal. El fiscal había solicitado penas que sumaban doce años y diez meses de cárcel, que la Audiencia redujo a nueve años.

El ministerio público mantuvo su petición de doce años y diez meses de cárcel para el acusado. Añadió además la petición de siete años de libertad vigilada y la obligación de acudir a cursos de formación sexual.