"Se metieron enfrente de una bandera roja, muy rápido, no dio tiempo a pitarles", aseguró el socorrista Pelayo Fernández, uno de los protagonistas del rescate más apurado de este verano en la playa de Xagó. Ocurrió el pasado sábado, a eso de las dos menos cuarto de la tarde, con la playa a rebosar. De repente, una familia, al parecer francesa, formada por un matrimonio y cuatro menores de edad, de entre 12 y 14 años, se adentraron en el mar en el peor punto de la playa. El hombre pudo salir por sus propios medios para pedir auxilio a grandes voces, pero su mujer y los pequeños fueron arrastrados por la corriente. Gracias a que tres socorristas se lanzaron a por ellos. Lograron sacarlos a todos, con ayuda de dos monitores de la escuela de surf y un policía nacional fuera de servicio que estaba haciendo surf, Fabián Velarde, destinado en la Jefatura Superior de Policía de Oviedo, y con más de dos décadas de experiencia en el surf. Entre todos evitaron que la familia se ahogase.

"La primera en salir fue una compañera, Adriana Paula. Después me lancé yo y otro compañero, Francisco Javier Luque. En el agua ya estaban los monitores de surf, que con las tablas los mantuvieron a flote. El policía sacó a uno de los niños, el jefe de la Escuela de surf a otro y yo a una niña grande. Otro monitor de la escuela, junto a Adriana Paula sacaron a otro niño. Fran Luque estaba con la mujer. Yo volví al agua para ayudarle a sacarla. Los monitores de surf tuvieron una labor fundamental, porque los bañistas pudieron agarrarse a las tablas y tener un apoyo que les dio seguridad", relató Pelayo Fernández.

Prohibición del baño

Lo terrible del caso es que todo este incidente podría haberse evitado si la familia hubiese respetado la prohibición del baño que marcaba la bandera roja, justo en el punto en el que hay una fuerte corriente, que fue la que arrastró a la mujer y los cuatro menores. "Cuando salían no dejaban de darnos las gracias en francés. Habían estado muy apurados", añadió el socorrista. La entrada en el agua fue tan rápida que no dio tiempo a avisarles del riesgo que estaban corriendo.

Los miembros de la familia que se habían visto arrastrados por el agua no se llegaron a cansar, por lo que no necesitaron asistencia médica de ningún tipo. Ha sido desde luego el rescate con más personas involucradas y más víctimas potenciales de todo el verano.