Una familia compuesta por un hombre de 58 años y sus seis hijos ha residido en el sótano de una granja de un pueblo del norte de Holanda "esperando el fin del mundo" durante los últimos nueve años, según confirmó ayer la Policía. La voz de alarma la dio el hijo mayor, que logró escapar y acercarse a una cafetería. Allí pidió ayuda al propietario, a quien aseguró que su familia vivía "en muy malas condiciones". "Tenía el pelo muy largo, la barba sucia, la ropa muy vieja. Estaba muy confundido", describió el dueño del negocio.