La Policía Nacional detuvo ayer en Madrid a dos ciudadanos chinos que mantuvieron cinco días secuestrado en un montacargas a un compatriota, al que amenazaron incluso con amputarle los dedos de las manos, y que fue liberado tras recibir 8.000 euros por parte de la familia de la víctima.

Según la Dirección General de la Policía, los raptores retuvieron al hombre en ese habitáculo en una nave industrial de Serranillos del Valle (Madrid) y le intimidaron de manera continuada. Recibió golpes y patadas durante el cautiverio, que comenzó cuando una antigua amiga, a la que la víctima debía dinero, trasladó al hombre en coche bajo engaño hasta ese municipio madrileño. Una vez liberado al quinto día en un polígono, cogió un avión a Canarias y presentó una denuncia.