El Servicio de Vigilancia Aduanera sospecha que ha podido haber otros viajes de narcosubmarinos desde Hispanoamérica, pero no hay pruebas de ello. El Servicio colaborará con las autoridades colombianas para conocer más sobre este tipo de artefactos que utilizan los narcos, y también para frustrar sus intentos en origen. Los investigadores buscan pistas sobre los clanes que pueden estar involucrados en esta relativamente novedosa táctica de los narcos. Se indaga en el entorno de Sito Miñanco y otros dos clanes gallegos. Y también la pista asturiana: los tripulantes del narcosubmarino llamaron a un pesquero asturiano para poder trasvasar la droga, después de dos intentos fallidos.

Los investigadores tratan de determinar sus características técnicas. El sumergible, de 20 metros y realizado de forma casera en fibra de poliéster, permanece desde la madrugada de ayer en el área portuaria de la Zona Franca de Vigo, en Bouzas, a donde fue trasladado en un operativo complicado de tráfico. Fuentes de la investigación apuntan a que "cobra más sentido" que el semisumergible hubiera cargado la droga en Sudamérica y hubiera llegado a la costa de Sagres, en el Algarve portugués, el pasado 17 de noviembre, procedente de Brasil, vía Azores.

Autonomía suficiente

Tendría autonomía suficiente para realizar la travesía, aunque no se descarta que haya venido en un mercante que lo dejara cerca de las Azores o con un barco o barcos de apoyo para suministrarse combustible. Las primeras apreciaciones de la Guardia Civil es que contaba con una gran cantidad de gasoil en el depósito, con capacidad para unos 20.000 litros.

Desde Sagres hasta Galicia no repostó, según el seguimiento que las autoridades lusas le hicieron una vez que el Centro de Análisis de Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC), con sede en Lisboa, recibió la información de que se acercaba.

Contaría con varios tanques con capacidad para más de 2.000 litros de combustible, cada uno, y un motor de 80 caballos, con el que se movería a una velocidad de 7 nudos, pero nunca sumergido, sino por encima del agua, ya que no tiene capacidad para navegar inmerso, con una línea de flotación de la que solo sobresale la escotilla.

Todo el conjunto en sí es rudimentario. No utiliza elementos de navegación telemáticos ni informáticos para no dejar rastro. El timón también es muy rudimentario, está dotado con relojes temporales y se halló una brújula muy antigua. También son rudimentarias las tuberas que utilizan para inundar la nave y poder sumergirla, así como las que soltaban el agua para emerger. Se sospecha que llevaban algún teléfono móvil que pudieron tirar al mar.

Carece de baño y cocina. Los tripulantes usaban un caldero. Traían víveres envasados al vacío, como mortadela, snacks, agua embotellada y packs de refrescos. Todo salió a flote cuando los agentes de la Guardia Civil insuflaron presión para que el generador expulsara el agua del interior y hacerlo emerger. Tenían víveres para sobrevivir durante veinte días. Tanto los víveres como los fardos estaban muy manchados de aceite. Una hipótesis apunta a que, con la presión, los motores reventaron y todo el interior se tiznó de aceite. Los dos detenidos también estaban tiznados.