Rafael, el niño de 8 años que resultó herido muy grave en el accidente de tráfico registrado en Llanes en la madrugada del pasado miércoles, continúa en coma inducido debido al traumatismo craneal sufrido. Su padre aseguró ayer a LA NUEVA ESPAÑA: "La cabecita está respondiendo bien, está en las manos de Jesucristo". El niño fue operado del fémur anteayer, jueves. Su madre, con cinco costillas rotas y perforación pulmonar, también será operada.