La segunda jornada del juicio por la muerte de la ingeniera Ana Enjamio arrancó a las 10.00 horas con la declaración del primer novio de la joven y con el que mantuvo una relación de amistad y posteriormente sentimental hasta que fue asesinada en el portal de su casa en Avenida de Madrid. A preguntas de la Fiscalía, Samuel reconoció que tras concluir su noviazgo con César Adrio, el acusado y supuesto autor de su muerte a cuchilladas tras la cena de Navidad de la empresa en la que ambos trabajaban, Ana se encontraba "agobiada".

"Yo la veía mal psicológicamente, muy presionada. Llegó a reconocerme que una vez quiso estrellarse contra un muro", declaró el joven. Este chico aseguró que, tras retomar la relación, siempre que la joven "venía a mi piso, aparecía él". "Es como si la siguiese. César se pasaba el día buscando el coche de Ana por donde aparcaba y luego aparecía dañado. Le advertí que se separarse de eso y que se lo dijera a su madre... pero no me hizo caso", recalcó.

Samuel reconoció haber recibido varios mensajes o correos electrónicos, así como llamadas por parte de César Adrio en los que describía la relación sentimental que él mantenía con Ana. "Se lo conté a Ana y me pidió que borrarse todo", comentó.

El joven fue testigo de algunos altercados de la joven con su presentó agresor, como un episodio en calle Venezuela. "Él le reclamaba las llaves del piso, y vi como César le alzaba la voz y a ella bastante desesperada, encerrada en el coche. Yo me tuve que ir y a los días siguiente seguimos hablando pero yo ya la veía mal. A partir de ahí le dije que se viniera a vivir conmigo, no éramos pareja pero sí amigos. Ana tenía bloqueado a César de su teléfono, no quería que la gente de su trabajo supiese de su relación, pero él cambiaba la foto de su perfil dando a entender que estaban juntos", testificó a la fiscal. Fue precisamente en este altercado, cuando la joven, siempre según asegura el testigo, le dijo que "acababa de ver la verdadera cara de César".