La Policía Nacional y la Guardia Civil se encuentran con numerosos problemas añadidos en su implacable persecución a los integrantes de la "banda del Seat León". No solo hallan dificultades para capturarlos, empeño en el que a veces consiguen cosechar algún éxito, sino que el esfuerzo corre riesgo de no verse recompensando. Según las fuentes consultadas, los robos no superan los 300 euros para evitar así la cárcel, pero además utilizan artimañas que dificultan la posibilidad de poder imputarles la pertenencia a una banda organizada, como no utilizar sus propios coches para realizar los asaltos, cubrirse totalmente y no utilizar móviles para que no haya registro de sus movimientos. Las fuerzas de seguridad del Estado solicitan la colaboración de los ciudadanos, fundamental en la resolución de muchos casos.
Tras los asaltos a tres gasolineras en Riaño (Langreo), el Montico, en la autopista "Y" sentido Avilés, y en Riberas (Soto del Barco), en la que tres de sus miembros fueron detenidos, la "banda del Seat León" entró en una espiral de robos de coches y atracos que parece no tener fin. Su actitud desafiante hacia los investigadores no solo la muestran en la nota manuscrita que les dejaron en una cafetería de Gijón, sino que cada vez cometen más atracos en menos tiempo y en más localidades diferentes en una misma noche.
La Policía y la Guardia Civil solicitan colaboración ciudadana, no solo para que alerten a las fuerzas de seguridad del Estado si ven un Seat Ibiza o León que levanten sospechas, sino también para que después declaren. Las fuentes consultadas indicaron que en las últimas semanas, ante la alarma social creada, tanto la Policía como la Guardia Civil han registrado un incremento de llamadas de alerta, pero no se traducen en declaraciones oficiales y menos ante la autoridad judicial.
"Han acumulado experiencia y saben cómo actuar para que no se les puedan imputar delitos que les puedan suponer años de cárcel. Aunque tampoco les importa, porque saben que en el caso de que hubiera una condena, si la aceptan reducen la pena, y luego recurren, con lo que la sentencia firme puede tardar años", explicaron las fuentes consultadas.
Los miembros de la "banda del Seat León" también conocen las artimañas que deben utilizar para que no se les pueda imputar pertenencia a banda criminal organizada, lo que incrementaría las condenas en caso de que se produjeran. Y eso que los investigadores calculan que la red está integrada por al menos unas treinta personas, muchas de ellas miembros de familias relacionadas entre sí.
Las dificultades con las que se encuentran los investigadores y la frustración cuando consiguen detenciones fueron patentes hace solo unos días. De cuatro detenidos solo uno está entre rejas.
Aun así, ni la Policía ni la Guardia Civil se dan por vencidas. Al contrario. "Siempre acaban cometiendo errores y toda la investigación acaba dando sus frutos. Acabarán cayendo", aseguraba hace unos días una de las fuentes consultadas.
