La Policía ha detenido a una mujer en Estados Unidos después de que metiera a su hijo de 5 años en la lavadora y la pusiera a funcionar. La detenida declaró que fue el niño el que se metió dentro y que ella se enteró cuando escuchó los ruidos. Pero en vez de llevarlo al médico, llamó a su marido al trabajo y fue el padre el que trasladó al niño al hospital. El pequeño sufría pérdidas intermitentes de consciencia, mareos, heridas y vómitos. Una vez recuperado, el niño acabó reconociendo a los médicos que su madre "no era buena".