La Guardia Civil ha detenido a trece presuntos miembros de una red asentada en la provincia de Alicante que modificaba genéticamente marihuana y que vendía la droga a través de una página web a cualquier parte del mundo o la trasladaba a países de Europa por paquetería postal u oculta en transporte de mercancías por carretera.

En la operación 'Extinde', que ha contado con la colaboración de la Policía Nacional y la Europol, se han intervenido 3.000 plantas de marihuana, once vehículos de alta gama (cinco sustraídos en el Reino Unido), numeroso material electrónico (balizas y detectores GPS e inhibidores de frecuencia, entre otros efectos), tres pistolas con silenciadores, máscaras, guantes y pasamontañas.

La subdelegada del Gobierno en la provincia de Alicante, Araceli Poblador, la Guardia Civil y la Policía Nacional han ofrecido este viernes una rueda de prensa para informar de la operación, desarrollada en tres fases y cuya investigación comenzó en octubre del año pasado. El entramado, formado por ciudadanos polacos, usaba sistemas de tecnología puntera que permiten acelerar los cultivos con disoluciones minerales, en vez de suelo agrícola, de manera que, a lo largo del año, se pueden conseguir hasta cuatro cosechas diferentes y unos beneficios millonarios.

En el caso de la organización investigada, sus integrantes creaban varios tipos de marihuana mediante la experimentación con nuevas cepas, híbridas, surgidas a partir de otras cepas "madre" de cannabis para lograr modificar ciertos efectos o atributos.

Además, gracias a la selección y mejora genética de las cepas y a la tecnología utilizada, solo se necesitaba tener las ventanas abiertas en sus cultivos para que tuvieran un rápido crecimiento y, además, no se desprendían olores al exterior.

La red, que contaba con financiación suficiente y exterior, remitía, mediante paquetería postal, pipetas de aceite de hachís a cualquier lugar del mundo, previo encargo a través de la página web de la organización.

También, por transportes de mercancías por carretera y ocultos entre frutas, bebidas o productos alimenticios, trasladaba los paquetes de marihuana cultivada en su red de viviendas para su distribución final en Reino Unido, Holanda, Bélgica, Francia y Polonia, principalmente.

La organización no solo producía su propia droga, sino que igualmente se la sustraía a otras bandas rivales por todo el territorio nacional, lo que se conoce como "vuelcos".

Los supuestos miembros de la red, la mayoría con antecedentes por hechos similares en Polonia y varios de ellos antiguos 'hooligans' (hinchas violentos), alquilaban viviendas de lujo para albergar en ellas cultivos indoor de marihuana y pagaban "religiosamente" el elevado consumo eléctrico derivado del cultivo y mantenimiento de las plantaciones de marihuana en sus casas.

El entramado, con formación militar, se estructuraba en una compleja red, dividida, a su vez, en varias células establecidas en varias localidades alicantinas, y pensaba instalar 20 o 30 plantaciones de marihuana más, además de las que ya disponía.