Un hombre de 33 años fue detenido ayer en la localidad guipuzcoana de Soraluze acusado de haber asesinado a su madre. Los hechos sucedieron minutos antes de las tres de la madrugada en el domicilio de la víctima, que presentaba un "fuerte hematoma en la cara", según han precisado fuentes del Departamento Vasco de Seguridad.

La Comisaría de Deba Urola de la Ertzaintza recibió un aviso a esa hora de que se había registrado un incidente en un domicilio ubicado en una céntrica calle de la localidad guipuzcoana, adonde se dirigió de inmediato una patrulla de agentes. Los policías se encontraron en la calle a un hombre que les indicó que había una persona muerta en su casa y que había dejado la puerta del domicilio abierta. Este hombre resultó ser el hijo de la víctima, quien ha sido detenido por la Ertzaintza como presunto autor del crimen.

Los agentes accedieron a la vivienda y localizaron en una habitación a una mujer de 74 años sin las constantes vitales y que presentaba un "fuerte hematoma en la cara". Se movilizaron hasta el lugar los servicios médicos y forenses, que solo pudieron certificar el fallecimiento de la mujer, así como una comitiva judicial y efectivos de investigación y de la Policía científica de la Ertzaintza.

Según algunas fuentes, el presunto parricida, cuya identidad responde a las iniciales V. N., trabaja como policía local en la población vizcaína de Elorrio.

Esta es la segunda muerte violenta registrada en la provincia de Guipúzcoa en los dos últimos días, después de que en la madrugada del pasado sábado un varón falleciera tras ser víctima de una agresión con arma blanca en la plaza de Cataluña de San Sebastián.

Tanto la Diputación de Guipúzcoa como el Ayuntamiento de Soraluze se apresuraron ayer a manifestar su repulsa y a mostrar su "apoyo y cercanía" a los familiares y allegados de la víctima del supuesto parricidio. En su declaración de condena, el Consistorio guipuzcoano manifiesta, además de "su voluntad inequívoca de no tolerar ninguna violación de los derechos humanos de las mujeres", su preocupación más específica "ante el posible repunte de actos y comportamientos machistas que pueda darse en la actual coyuntura de cuarentena y aislamiento a consecuencia de la crisis sanitaria del COVID-19".