Un hombre de 73 años de edad murió ayer en el municipio pontevedrés de Poio, tras recibir picaduras de avispas velutinas, en un nido que se había formado en el interior de un muro anexo a la finca donde la familia tenía plantaciones para consumo propio. Era alérgico al veneno de estos insectos, por lo que perdió la vida después de ser atacado, poco antes de las once de la mañana. El efecto y la reacción en su cuerpo fueron instantáneas, de ahí que se desplomase a pocos metros del sitio donde las velutinas le picaron. Además, los insectos también alcanzaron a su esposa, que le acompañaba en ese momento, aunque en su caso no reviste gravedad.

El suceso tuvo lugar en el Camiño da Serpe, en Raxó, donde el matrimonio vive, y conmocionó a los vecinos de la zona, que quisieron acompañar a la familia ante tan inesperado y triste acontecimiento. Asimismo, hasta allí se desplazaron la Policía Local de Poio, la Guardia Civil y Protección Civil.

Alrededor de las diez y media de la mañana el matrimonio decidió ir a atender unas coles que tiene plantadas en una finca cercana a su casa para retirar las semillas en flor para el invierno. Las plantas se encontraban protegidas por una red de pájaros e insectos. Cuando la pareja la estaba manipulando, las velutinas salieron de su nido, casi imperceptible por estar oculto en el interior del muro de una vivienda anexa a la parcela y que en estos momentos se encuentra desocupada, de ahí que nadie tuviese constancia de su existencia.

Pese a que los dos se apartaron rápidamente, a las avispas les dio tiempo a picarles a ambos. A la mujer, tal y como confirmaron fuentes oficiales, le alcanzaron en un brazo, mientras que al hombre en varias partes del cuerpo, incluida la cabeza. Huyeron despavoridos, pero a él, al ser alérgico a este tipo de veneno, no le dio más tiempo que a recorrer unos 15 metros, donde cayó y perdió la vida.

Hasta el Camiño da Serpe también se trasladó el helicóptero medicalizado del 061, aunque ya nada se pudo hacer por su vida, que fue certificada por el médico forense en el lugar de los hechos a mediodía.

Anoche mismo un equipo de voluntarios de Protección Civil de Poio procedió a la retirada del nido, aprovechando las horas de oscuridad y con los equipos adecuados para eliminarlo de forma segura y sin riesgo.