Una mujer gijonesa fue detenida ayer por la noche en la avenida de Schulz por incumplir la orden de alejamiento que por mandato judicial debe respetar respecto a su madre. Fue esta intervención, a las diez de la noche, la más destacada de la Policía Local de Gijón, que continúa vigilando diariamente los establecimientos hosteleros -y también a sus clientes- para constatar que se siguen las normas de seguridad en la fase 2 de la desescalada. Once personas fueron multadas en total por incumplir esas medidas dictadas para combatir el coronavirus.

Las denuncias de los agentes tuvieron lugar en un local de la avenida Pérez Pimentel, en Somió, por servir bebidas en la barra del establecimiento y no ejercer el correspondiente control de sus clientes en la cola para entrar al local, que deben ejercer los responsables de los negocios. Ya de madrugada corrió la misma suerte un hostelero del barrio de El Llano por tener abierto el negocio a las cuatro y media, un horario que excede con mucho los permisos establecidos entre semana. Junto a él fueron sancionados los clientes que estaban en el local. Desde que se abrieron los bares son varios los hosteleros sancionados. Especialmente llamativo fue la intervención con 67 clientes multados en un merendero de La Providencia el fin de semana.