La Policía investiga el hallazgo del cadáver de una niña de cuatro años, cuyo cuerpo sin vida estaba siendo comido por roedores. Los hechos tuvieron lugar el pasado fin de semana en Brisbane, Australia. El principal sospechoso es el padre de la menor, con quien convivía.

El cuerpo sin vida de la niña fue hallado en una habitación del domicilio en el que la pequeña vivía con su padre, según publica el diario británico Daily Mirror. Tal y como aseguró el progenitor a la Policía, encontró el cuerpo sin vida el domingo. Si bien, no llamó a la Policía hasta más de 24 horas después.

La escena que se encontraron los agentes fue desgarradora. El cuerpo de la niña, de cuatro años y con síndrome de Down, estaba en una cuna y con marcas de haber sido mordida por roedores. También presentaba quemaduras y fracturas óseas.

El padre de la niña, de 43 años, afirma no haber tenido nada que ver con el suceso. Si bien, los agentes, que investigan el caso, ven en él el principal sospechoso.