Acabaron con ellos dándoles un tiro a cada uno. Dos mastines, madre e hijo, cuidaban de un rebaño de 140 cabras en El Jeidu (Merodio, Peñamellera Baja) cuando recibieron dos disparos de bala que acabaron con sus vidas. La propietaria, Mari Cruz Gutiérrez, ya ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil, que investiga el caso.

Carlos Ceballos, de 29 años, acudió a ver el rebaño en la mañana del domingo y encontró a dos de sus cuatro perros muertos. El joven llamó a su padre y este dio cuenta a la Guardia Civil del suceso. "Fueron dos efectivos del Seprona de Panes y otros dos agentes", asegura, para comprobar que un perro "aún conservaba dentro la bala y el otro había sido atravesado por otra". El can, narra Ceballos, "tuvo problemas durante el invierno con otros perros de caza y pagamos más de 300 euros en el veterinario por los daños ocasionados en una pelea con otro ejemplar", reconoce.

Gutiérrez lamenta que "no hay testigos de lo que sucedió". Ahora quedan cuidando del rebaño otros dos mastines, el padre y el otro hijo de los fallecidos.