Maamar Kelii, el supuesto sicario argelino que acabó materialmente con la vida del concejal de IU de Llanes Javier Ardines, vuelve a comparecer ante la jueza del caso en Llanes, tras pasar la cuarentena en la cárcel de Asturias. El pasado 13 de mayo, cuando fue extraditado y puesto a disposición del Juzgado de Llanes que instruye el caso, Kelii aseguró que no conocía de nada al concejal Ardines, y pidió que se le exonerase de declarar en ese momento al estar muy cansado y llevar muchas horas sin dormir. Su letrado, Fernando Barutell, pidió un careo con el otro argelino implicado en estos hechos, Djilali Benatia, que incrimina a Kelii, pero la jueza ha rechazado esta confrontación.

En la declaración de hoy jueves, Kelii defenderá que perdió el móvil que la Guardia Civil sitúa en las inmediaciones de la casa de Ardines el día del crimen, el 16 de agosto de 2018. También asegurará que no tenía problemas económicos que le llevasen a aceptar el encargo de matar al concejal de IU, presuntamente realizado por el vizcaíno Pedro Luis Nieva, quien creía que su mujer y el edil mantenían una relación en secreto desde hacía treinta años. Kelii trabajaba en la compraventa de vehículos, motivo por el que, según su versión, fue a Suiza. Rechaza así que viajase allí para huir de la Guardia Civil tras el crimen. Su esposa era cocinera. No obstante, en el sumario se incluyen grabaciones de conversaciones que dan a entender que la esposa de Kelii atravesaba graves problemas económicos, y que el argelino también pasaba lo suyo en Suiza, al verse incapaz de colocar una mercancía en mal estado, presumiblemente hachís. La mujer aseguró la semana pasada ante la jueza que su marido durmió con ella la noche del crimen. Kelii también justificará sus viajes a Argelia tras el asesinato. Según él, fue para visitar a su madre. Hoy también prestarán declaración en Llanes los vecinos de Ardines, uno de los cuales escuchó gritos la mañana del crimen.