Javier Beramendi, el abogado de Pedro Luis Nieva, el presunto inductor del crimen, pidió ayer la comparecencia de varios testigos, entre ellos el marinero que pescaba con Javier Ardines en la "Bramadoria". También pide la comparecencia de una mujer cuyo ADN fue encontrado en las prendas de Ardines y en la valla utilizada por los asesinos para obligar al concejal a salir del coche y así atacarle. Posteriormente se demostró que se trataba de una transferencia desde la mano del propio Ardines, que había estado con la mujer el día anterior. Ésta fue llamada a declarar por la jueza en los primeros meses de la investigación con el fin de descartarla como sospechosa.

Otras personas que podrían declarar en el Juzgado sería la persona que encontró el cadáver de Ardines sobre las ocho de la mañana del 16 de agosto de 2018, un par de horas después del asesinato. Y quizá algunas de las personas que llegaron a estar en el foco de la Guardia Civil tras haber amenazado de muerte en público al concejal Ardines, aunque lo cierto es que Pedro Luis Nieva fue el principal sospechoso ya desde la misma tarde del día del crimen, cuando la viuda comunicó a los agentes el problema que su marido había tenido con el vizcaíno después de que éste grabase una conversación picante entre su mujer -prima de la esposa de Ardines- y el propio concejal.

Está pendiente aún la decisión de la Audiencia sobre la excarcelación de Pedro Luis Nieva, en prisión en Nanclares de Oca. La de Jesús Muguruza, presunto intermediario entre Nieva y los sicarios, defendido por Luis Mendiguren, fue rechazada por el Juzgado. La familia de Ardines, cuyos intereses defiende Antonio Pineda, se opuso a las excarcelaciones.