Un hombre que el pasado domingo pidió insistentemente a la Policía Local de Murcia ser detenido para ir a la cárcel debido a que su adicción a las drogas le impulsa a robar, ha visto cumplido su deseo al ordenar el juzgado de guardia su ingreso en prisión como presunto autor de tres atracos cometidos la misma noche.

Las diligencias del caso, a las que ha tenido acceso Efe, señalan que se trata de V.A.F., un hombre de 41 años que durante el estado de alarma ha sido detenido en numerosas ocasiones como supuesto autor de otros tantos delitos contra la propiedad y puesto en libertad con cargos.

Lo que le ha llevado ahora a prisión ha sido su presunta participación en tres atracos cometidos en la capital murciana en unas pocas horas durante la noche del pasado lunes.

El primer asalto se produjo en las inmediaciones del hospital Reina Sofía, cuando este hombre habría abordado por la espalda a una mujer que se dirigía al trabajo, a la que tiró al suelo y le arrebató el teléfono móvil.

El segundo atraco se produjo en la parada de taxis ubicada en el barrio del Carmen, acción que fue impedida cuando el taxista, al tocar el cañón de la pistola que esgrimía el autor, vio que era simulada, ya que se le cayó la carcasa, que quedó dentro del vehículo.

Entonces, el atracador echó mano de un cuchillo de grandes dimensiones para exigirle la entrega del dinero, pero tampoco consiguió su objetivo ya que el taxista, al abrir la puerta para bajarse del vehículo, hizo que esta impactara contra el arma blanca, que quedó en el suelo, mientras el autor se daba a la fuga.

Con anterioridad a estos dos hechos, el mismo arrestado, presuntamente, habría cometido un hurto en una estación de servicio ubicada en la carretera de El Palmar, en el barrio de San Pío X.

Con anterioridad a este último arresto que lo ha conducido a la cárcel este hombre abordó el pasado domingo a unos policías locales junto al Ayuntamiento de la capital murciana y se confesó autor del intento de robo cometido en un aparcamiento de las inmediaciones, cuando trató de robar en la garita de control, cuya puerta fracturó con un extintor.

Entonces, pidió a los agentes que lo detuvieran porque, en caso contrario, continuaría con su actuación delictiva ya que su adicción al consumo de estupefacientes -aseguró- le impulsa a robar para conseguir así dinero para sus dosis.