El espigón de la playa gijonesa de Poniente, cubierto a la vista por las instalaciones del centro de Talasoponiente, se ha convertido este verano en un foco de conflicto al ser el cobijo preferido de adolescentes. Desde que comenzaron los días soleados este fin de semana, se dan cita allí alrededor de cien menores de edad que bailan, toman el sol y escuchan música sin respetar la distancia de seguridad, ni mucho menos protegerse con mascarilla. Esa multitud provocó ayer la intervención de una decena de agentes de la Policía Local y Nacional tras una pelea que se saldó con al menos tres menores de edad identificados.

El incidente, ya grave de por sí por la gran concentración de personas en plena pandemia de coronavirus en plena pandemia de coronavirus,se originó poco antes de las seis de la tarde ante Talasoponiente. Según relatan los testigos presenciales, cuatro jóvenes se abalanzaron sobre otro a pegarle. "Casi le tiran al agua", explicaba una de las personas que dieron la alarma. En un momento dado, uno de los agresores gritó "cuidado, que lleva un arma", y todos echaron a correr en dirección al espigón de Poniente. Rápidamente se movilizaron varios efectivos policiales que comenzaron a buscar a los implicados.

Ni la presencia policial motivó un cambio de actitud en los adolescentes, menores de edad en su práctica totalidad. Siguieron con la música, sus bailes pegados y los abrazos de grupo en grupo, que estaban juntos a lo largo de todo el espigón mientras los agentes buscaban entre la multitud a los implicados en la pelea. Muchos respondieron en actitud chulesca a las indicaciones de los policías y otros intentaban provocar pasando una y otra vez en bicicleta o sin mascarilla por delante de ellos pese a sus indicaciones.

La búsqueda, en base al relato de unos testigos que ofrecieron información, dio sus frutos y lograron identificar a al menos tres menores. También rebuscaron entre las rocas a ver si encontraban la supuesta arma que mencionaron en el inicio del conflicto. "No he sido yo, yo no estaba, revisad las cámaras de Talasoponiente y ya lo veréis", indicaba a los agentes uno de los menores. De hecho, ninguno de los tres reconocía que hubiese tenido nada que ver, y hasta dejaron caer que el único motivo de su sanción por alteración de orden público fue por "no ser blancos". Lo cierto es que esos tres jóvenes fueron señalados por su vestimenta para detenerles.La intervención concluyó poco más de una hora después mientras

el resto de implicados en esa "fiesta improvisada" en Poniente siguieron a lo suyo