La Policía Nacional ha desmantelado una de las mayores redes criminales de tráfico de armas en España, con un operativo que se desarrolló de forma simultánea en quince provincias, entre ellas Asturias, donde se realizaron dos registros, aunque no ha habido detenidos en la región. Sí los hubo en otras comunidades, con 21 arrestados y la incautación de 731 armas, algunas de ellas de guerra, además de material explosivo y detonadores.

La operación se realizó el pasado día 18, tras más de un año de investigaciones y en la que participaron efectivos de la Comisaría General de Información y de cada demarcación geográfica. En total, 200 agentes para efectuar 32 registros en coordinación con el Juzgado de instrucción número tres de la Audiencia Nacional y la Fiscalía de Málaga.

Como resultado del dispositivo establecido, detuvieron a 21 personas: en Madrid (2), Burgos (1), Toledo (1), Cuenca (1), Málaga (3), Valencia (1), Gerona (1), Tarragona (1), Murcia (2), La Coruña (1), Lugo (5) y Orense (1) y Vizcaya (1). Todos están acusados de tráfico ilícito y seis de ellos, además, de los delitos de depósito de armas de guerra, depósito de municiones y depósito de explosivos.

Uno de los arrestados disponía de un arsenal que contaba con un lanzagranadas C90, dos minas anticarro de instrucción, material explosivo, polvo de aluminio, pólvora, tres detonadores y numerosas armas de fuego, siendo cuatro de ellas ilegales.

En total, fueron intervenidas 731 armas de fuego, de las que 123 eran ilegales -algunas calificadas como armas de guerra-, sustancias explosivas, dos detonadores, dos granadas de mano, miles de piezas fundamentales, más de 55.000 cartuchos y diversa documentación sustraída para ser utilizada ilícitamente, según los investigadores.