La Guardia Civil detuvo a un joven avilesino de 21 años al que le imputa un delito contra la seguridad vial después de que condujera de forma temeraria tras celebrarse un rally en uno de los tramos abiertos ya al tráfico. El conductor, al que se identificó tras analizar varios vídeos subidos a las redes sociales, acabó estrellándose contra el cercado de una finca. La conducción temeraria y el exceso de velocidad están tipificadas en el Código Penal y pueden conllevar penas de cárcel de hasta cinco años de prisión.

Los hechos sucedieron el pasado mes de marzo, tras la celebración de la prueba deportiva XII Critérium Solo Escort, a la que acudieron multitud de aficionados.

Según un comunicado de la Comandancia de Oviedo de la Guardia Civil, tras la celebración de la prueba a su paso por la carretera local Cornellana-Salas, se abrió al tráfico el tramo que une las localidades de Las Nisales y Candanonegro.

Fue entonces cuando el investigado, a bordo de un vehículo, decidió participar en su propio rally emulando a los conductores que habían participado en la prueba. Así, en ese tramo de carretera, y cuando aún había público en ella, empezó a realizar derrapes, trompos y giros de 360 grados, "invadiendo la totalidad de la calzada con evidente riesgo para el resto de usuarios, llegando incluso a colisionar con el cercado de una finca", asegura la Guardia Civil en su nota de prensa.

Al colisionar contra el cercado, el joven avilesino abandonó el volante y se subió al techo del vehículo, quizás esperando a recibir el reconocimiento del público aún presente. Pero fueron precisamente algunos aficionados que se encontraban todavía en ese tramo los que grabaron al joven al volante y después subieron los vídeos a las redes sociales.

La Guardia Civil detectó esas imágenes y agentes pertenecientes a la Agrupación de Tráfico de Asturias comenzaron la investigación para identificar al conductor del vehículo, que presumiblemente habría cometido al menos un delito contra la seguridad vial, según la imputación que se realizó.

Las explicaciones facilitadas por la Guardia Civil en su comunicado aclaran que la conducción temeraria y el exceso de velocidad son dos de las conductas que pueden tipificarse como delito y que están recogidas por tanto en el Código Penal.

En ambos casos, los autores se enfrentan a multas que pueden oscilar entre los 12 y los 24 meses, además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un periodo de 6 a 10 años. A eso se suman penas de prisión que van de los 2 a los 5 años, e incluso la requisa del vehículo empleado para cometer el delito.