La Guardia Civil ha esclarecido el robo de cinco perros de la raza American Staffordshire Terrier, por medio del cotejo de muestras de ADN, extraídas a los padres de los canes y a una de las perritas de la camada sustraída, que fue localizada en Alcoy (Alicante). Se trata de un procedimiento de investigación con animales pionero en la provincia.

El 30 de diciembre del pasado año 2019 la Guardia Civil recibió una denuncia en la que una persona manifestaba que había sufrido un robo en su parcela, ubicada en la localidad de Banyeres de Mariola (Alicante), de la cual autores desconocidos, tras saltar el vallado perimetral de la finca, habían sustraído una camada de cinco cachorros de unos 20 días de vida, de la raza American Staffordshire Terrier, considerada como potencialmente peligrosa y cuyo valor en el mercado oscila entre los 400 y los 600 euros por cachorro.

Debido a que el robo se produjo en fechas navideñas, una de las líneas de investigación que tomaron los agentes fue comprobar si los cachorros fueron ofertados en el mercado negro, como posible regalo de navidad. Por tal motivo, se alertó al Colegio de Veterinarios de Alicante, para que, en caso de que algún cliente les llevara un animal de características similares a los sustraídos o a alguna de las clínicas de la zona, se informara inmediatamente a la Guardia Civil.

Fruto de esa gestión, a finales del mes de enero de 2020, un centro veterinario de Alcoy alertó de que un cliente se había personado con una perrita que, atendiendo a su corta edad, raza y morfología, podría ser una de las cinco sustraídas. Gracias a esa información, se averiguó que esa persona que acudió a la clínica, le compró la perrita a un joven, que le aseguró que el animal era de él y por el cual le pagó 200 euros.

Mostrada la perra en cuestión al dueño de la camada, éste manifestó a los agentes que podría tratarse de uno de sus animales, aunque no podía asegurarlo, debido a que, evidentemente, la perra había crecido y presentaba características que no tenía, con 20 días de vida.

Por tal motivo, se procedió a tomar muestras de saliva, tanto de la perra localizada como de los padres de la camada y las enviaron al Departamento de Medio Ambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, para que especialistas de dicho departamento realizasen un informe pericial de cotejo de muestras de ADN, con el objeto de obtener un perfil genético de dichas muestras y determinar el posible parentesco entre las mismas.

Fruto del cotejo, se ha podido constatar que el resultado de dicho informe genético determinó la compatibilidad genealógica entre las diferentes muestras analizadas confirmando, pues, que la perrita localizada en Alcoy pertenecía a los cinco cachorros de la camada sustraída en Banyeres.

Por todo ello, la Guardia Civil procedió a la detención del vendedor de la cachorro sustraída, por ser el presunto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas y un delito de estafa, al haber vendido la perra como si fuese de su propiedad cuando, realmente, había sido sustraída a un tercero.

El detenido, ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, quien ha decretado su libertad con cargos, a la espera de juicio. La investigación continúa abierta para esclarecer el paradero de los cuatro cachorros restantes.