El juicio para esclarecer el crimen de Adrián Gancedo, el hombre de 32 años asesinado en Villaviciosa en noviembre de 2017, se le ha puesto cuesta arriba al único acusado, Brayan Tuero, de 23 años. Los forenses aseguraron ayer que la víctima no presentaba "las lesiones típicas de defensa" y los expertos en toxicología afirmaron que el procesado realizaba "un consumo esporádico" de drogas, "pero no habitual". Son dos de las bazas por las que el abogado defensor lleva peleando el juicio -ayer fue la tercera sesión- para convencer al jurado popular de que los hechos constituyen un delito de homicidio y no de asesinato, como pretenden la Fiscalía y las dos acusaciones particulares, que piden 17 y 20 años de cárcel, respectivamente, para Tuero.

La nueva sesión comenzó otra vez con la protesta del abogado defensor, Luis Tuero, al no permitirse que a su cliente le fuesen retiradas las esposas para seguir la vista oral. "Si la Policía dice que no, no puedo hacer nada", afirmó el juez. Y los agentes dijeron no, cuando el primer día habían accedido. De ahí la protesta del abogado.

Brayan Tuero siguió esposado el desarrollo de la vista -que se prolongó durante cuatro horas- para escuchar la declaración de los dos forenses que examinaron el cuerpo sin vida de su víctima. En su intervención comenzaron describiendo al jurado las seis puñaladas que presentaba el cadáver, tres de ellas en la parte frontal y el resto por detrás. "La más importante y causa el fallecimiento es la que atraviesa el pericardio y acaba en la cavidad del ventrículo izquierdo", confirmaron. Otra de ellas, que afectó al hígado levemente, podría haber generado problemas sin asistencia quirúrgica, pero "no era mortal" como la que afectó al corazón. Lo que sí dejaron claro los forenses es que "no se puede saber el orden" en el que se produjeron.

Una de las revelaciones de los peritos forenses fue que en el cuerpo "no hay lesiones típicas de defensa", aunque matizaron que "eso no quiere decir que no haya habido intentos de defensa". Adrián Gancedo presentaba lesiones en la mano derecha y hematomas en los dedos de la mano izquierda, que podrían haber sido motivados por el rozamiento "con el suelo o el mango del cuchillo". También apuntaron que el arma intervenida a Tuero tras el crimen -la navaja de siete centímetros exhibida el martes al jurado y ayer a los forenses- tiene una hoja "compatible" con las heridas del cadáver.

En lo que sí fueron tajantes los forenses fue en dejar claro que "el ensañamiento no es un concepto médico", por lo que declinaron responder a la pregunta de la acusación. Además, confirmaron que el fallecido llevaba una tasa de 2,37 gramos de alcohol por litro y cocaína que le mermaron sus capacidades en el momento de los hechos.

También tomaron parte en la vista una doctora y una psicóloga que atienden a Brayan Tuero en Villabona. La médica aseguró que el acusado sufría al entrar la cárcel "un trastorno adaptativo reactivo", y que se le suministraron antidepresivos y ansiolíticos, también ante el riesgo de suicidio que existe siempre con un preso de nuevo ingreso. Y además joven, como Tuero. "Es buen preso", afirmó la doctora. En cambio, la psicóloga que habló poco después replicó que "no es un preso modélico", aunque si bien reconoció que "ha evolucionado bien desde que entró". "Pero le queda aún tiempo", matizó.

Otra de las claves llegó con la entrevista a los expertos de toxicología, que declararon a través de videoconferencia, lo que provocó un retraso de media hora en el juicio hasta establecer conexión. Justo en un momento en el que se plantearía la necesidad de juicios telemáticos. Una vez se logró saludar al otro lado, los expertos, en base a las muestras de cabello extraídas tras el crimen cometido en noviembre del 2017, revelaron que existe "un consumo esporádico de tóxicos, pero no habitual". Eso sí, matizaron, "no se puede concretar con este estudio un grado de afectación en un día concreto".

El juicio llegará hoy a su fin con las conclusiones de las cuatro partes. Luego el jurado tendrá que deliberar y a partir de ahí emitir su veredicto.