El asalto fue fruto de un error. Pero eso no le resta culpa. Mario Semenic, un activo delincuente de origen croata ya condenado por atracos bancarios y que también resultó ser uno de los autores de la oleada de robos de 2018 en supermercados Cash de la provincia de Pontevedra, volvió a sentarse en el banquillo de los acusados. Esta vez lo hizo por un asalto a un chalé de Nigrán. Él y su compinche se equivocaron de objetivo, pero antes de darse cuenta agredieron y ataron al dueño de la vivienda mientras buscaban por toda la casa. Ayer, en Vigo, el acusado aceptó cuatro años, siete meses y un día de cárcel y multa por delitos de robo con violencia, detención ilegal y lesiones. Se le aplicó una atenuante de dilaciones indebidas.

Ocurrió el 15 de enero de 2018. Junto a un cómplice que no fue identificado, Semenic accedió al jardín del chalé y abordó al dueño cuando daba de comer a sus perros. Lo golpeó en la cara, lo tiró al suelo y lo metió en volandas en la casa. Allí lo inmovilizó de pies y manos con una cinta americana y le tapó los ojos. "¿Dónde está la caja fuerte?", preguntaron los delincuentes a la víctima, mientras ésta respondía que carecía de ella y que tampoco tenía dinero en la vivienda, solo 200 euros que llevaba encima.

Semenic y su compinche revolvieron todo en busca sin éxito de efectos de valor, mientras proferían amenazas. "No se te ocurra avisar a Guardia Civil o Policía; sabemos donde vives y volveremos", le soltaron. Y le preguntaron donde tenía "la droga". El hombre, desesperado, les contestó que él no tenía de eso, que no estaba metido en "esos líos".

Al final los ladrones encerraron en uno de los baños a este vecino de Nigrán antes de huir. "Ahora estate quietecito, no te muevas; venga chaval, nos hemos equivocado", le dijeron. La víctima pudo liberarse por sus medios poco después.