Una investigación conjunta de la Policía Nacional y los Países Bajos ha logrado desarticular un grupo criminal presuntamente dedicado a las torturas, los secuestros y ajustes de cuentas de miembros de bandas rivales, y que en los últimos años actuó en Málaga. Dentro del operativo han sido detenidas seis personas relacionadas con una mafia de origen marroquí dedicada al tráfico de estupefacientes y asentada en Países Bajos y Bélgica. Además, se han localizado siete contenedores de transporte de mercancías insonorizados y preparados para mantener a personas en su interior, que disponían de elementos para inmovilizar y torturar a sus víctimas, grilletes anclados al suelo o sillas con correas, así como herramientas y utensilios para agredirles. Varios miembros de la organización mantenían contactos con un individuo afincado en España.