Quince años de prisión y diez de libertad vigilada. Es la pena que pide la Fiscalía de área de Gijón para Javier Ledo, el acusado de matar a la gijonesa Paz Fernández Borrego en Navia en 2018 y arrojar su cadáver al arroyo de La Pontiga. El juicio oral se celebrará ante un tribunal del jurado el 14 de septiembre en la sección octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.

El ministerio fiscal sostiene que el acusado mantuvo una relación sin convivencia con Paz Fernández Borrego, con domicilio en Gijón. El 13 de febrero de 2018, ella viajó a Navia, donde se alojó en una pensión de la calle San Francisco. El acusado y la mujer se encontraron en el bar de la pensión. El viaje de Paz Fernández a Navia también lo conocía una expareja de la víctima, quien había mantenido una relación sentimental con ella hasta 2016 y con el que la mujer pretendía verse al día siguiente.

Durante la tarde del 13, Javier Ledo y Paz Fernández volvieron a coincidieron en el bar Cantábrico, donde el acusado la invitó a cenar en su casa. Paz Fernández llegó al domicilio de Javier Ledo sobre las 22.15. Al terminar de cenar y mientras ambos estaban en la cocina, la mujer recibió en su teléfono móvil un mensaje de su ex, tras lo que se inició una acalorada discusión entre Paz Fernández y Javier Ledo, quien, movido por los celos, recriminó a la víctima que se hubiera quedado con parte de dinero que el acusado guardaba en un cajón. Cogió un rodillo de cocina y golpeó con fuerza a la mujer en los brazos y en la parte izquierda de la cara, provocándole la fractura de la clavícula izquierda. Paz Fernández intentó huir, pero Ledo cogió una piedra de grandes dimensiones y golpeó con fuerza y en la cabeza a la mujer, causándole un traumatismo craneoencefálico severo, que le causó la muerte. Al darse cuenta de que la había matado, Ledo se deshizo del cadáver en el arroyo de La Pontiga.