El calor y el buen número de días que -hasta ayer por la tarde- llevaba sin llover son un terreno abonado para que se generen incendios forestales en Asturias. No en vano, Asturias ha pasado uno de los meses de julio más secos de las últimas décadas. Y ayer se declararon varios fuegos, aunque ninguno de la gran magnitud como los que asuelan Galicia.

Así, los Bomberos de Asturias y la Brigada de Incendios Forestales (BRIF), con sede en Tineo, tuvieron que intervenir para apagar un incendio que se reproducía sin cesar en la zona de Carriles, en el concejo de Tineo y cerca de Cangas del Narcea. Los trabajos para sofocar las llamas duraron más de dos horas y todo quedó controlado a primera hora de la tarde. Por fortuna, este incendio se desató en una zona de matorral acotada por caminos forestales. Aunque sí provocó una llamativa humareda que llamó la atención de vecinos de ambos concejos.

No fue el único. También hubo un pequeño incendio en la parroquia de Muñó, en Siero, debido a una quema en una finca particular. En este caso, las llamas se descontrolaron tanto que tuvieron que intervenir los bomberos para poder sofocarlas.

Toda esta situación se produjo en una jornada en la que la mayor parte de la región se encontraba en riesgo alto por incendios. Casi toda Asturias estaba en alerta amarilla excepto nueve concejos del Suroccidente (Allande, Boal, Cangas del Narcea, Degaña, Grandas de Salime, Ibias, Illano, Pesoz y Villayón) que presentaban un riesgo "muy alto", según la información facilitada por el 112.