Los siete acusados de formar parte de una red de trata que traía mujeres de Nigeria en patera para obligarlas a prostituirse en España, entre los que se encuentra una madame en Gijón, se acogieron ayer a su derecho a no declarar en el juicio iniciado el lunes en la Audiencia de Cantabria. Los acusados, todos de nacionalidad nigeriana, se enfrentan a penas de entre 36 y 2 años de cárcel por delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva y ayuda a la inmigración ilegal.

Según la Fiscalía, las víctimas eran sometidas a un rito vudú para que jurasen obediencia a los organizadores y desconocían que su llegada a España implicaría la prostitución. El juicio continuará hasta el próximo 6 de octubre.