El juicio contra el acusado de causar un incendio que quemó 557 hectáreas en la zona del alto de la Marta debido a las chispas que iba soltando su quad por el tubo de escape se suspendió ayer por la mañana después de que el abogado del municipio tinetense adujese que era paciente de riesgo frente al covid-19, por lo que no podía acudir al Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, donde estaba previsto el juicio. Se alarga más la incertidumbre para el acusado, para el que la Fiscalía solicita 9 meses de prisión, multa de 5.400 euros e indemnizaciones por más de 62.000 euros por los daños causados por el fuego.

Pero, para su defensa, que corre a cargo de la letrada Patricia Tartiere, el asunto no está tan claro. Sostiene que no hay prueba alguna de que su defendido provocase el fuego el 15 de octubre de 2017, durante la ola de incendios que dio lugar al llamado "día que no amaneció". Las acusaciones cuentan con un testigo que dice haber visto pasar el quad antes de que se registrase el incendio, pero la defensa sostiene que ese día había en el monte varios ganaderos que bien pudieron provocar el fuego con el fin de regenerar pastos. El juicio se ha pospuesto ahora para más adelante.

La Fiscalía considera que el acusado, de 30 años cuando ocurrieron los hechos, salió a circular con un vehículo, tipo quad, que no tenía la ITV en vigor, por la zona del alto de la Marta (Pola de Allande) y, sobre las 16.00 horas del 15 de octubre de 2017. Mientras se encontraba en una pista de tierra con vegetación próxima, dio un fuerte acelerón, lo que provocó que saltasen chispas debido al mal estado de conservación del tubo de escape (sin rejilla "matachispas" y sin inspección técnica favorable). Esto, unido a las condiciones climatológicas (viento variable de componente Sur, alta temperatura, más de 28 grados, y sequedad ambiental), provocó que la vegetación cercana donde cayeron las chispas se incendiase. Las llamas se propagaron por el monte, llegando a afectar a una superficie total de 557 hectáreas, de las que unas 493 fueron de monte bajo, principalmente tojo, zarza y helecho. El resto, unas 60, de arbolado, principalmente castaños y robles.

El índice de riesgo de incendios forestales era en ese momento de 3, en el término municipal de Tineo, y del 5 en el de Allande. El incendio alcanzó fincas propiedad del Ayuntamiento de Tineo y de numerosos propietarios particulares. Los gastos de las labores de extinción llevadas a cabo por el SEPA ascendieron a 6.875,63 euros. Los perjuicios medioambientales fueron tasados en 55.819 euros.