Una vecina de Orense dio positivo en una prueba de alcoholemia, con una tasa de 0,81 mg/l de alcohol en aire espirado, más de tres veces la tasa mínima permitida, por lo que la Guardia Civil procedió a investigarla por un delito contra la seguridad vial.

La investigada tuvo que dejar inmovilizado su vehículo, por lo que llamó a un amigo de Vigo para que la fuera a recoger. Así lo hizo, y cuando llegó los agentes de Tráfico le requirieron para realizarle también la prueba de alcoholemia. Y también dio positivo, con 0,31mg/l en aire espirado.

La conductora puede enfrentarse a una pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, según indicaron desde el instituto armado. En todo caso, el hecho lleva aparejada la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a un año y hasta un máximo de cuatro.

Su amigo fue denunciado y propuesto para una multa calificada de muy grave, que conlleva la detracción de cuatro puntos de su permiso de conducción, así como una sanción de 500 euros.