Los conductores conocen perfectamente los coches camuflados que utiliza la Guardia Civil para sorprender a los conductores que superan la velocidad permitida. En los últimos meses, los agentes de Tráfico están utilizando otro tipo de vehículos menos habituales, como furgonetas e incluso camiones de reparto, que están causando estragos entre los conductores asturianos. Estos vehículos se han utilizado, por ejemplo, en la última campaña para controlar la velocidad de las furgonetas, que se desarrolló la última semana de octubre.

Estos días ha podido verse actuar por la región uno de estos camiones-radar, que parecen estar centrándose sobre todo en los vehículos de reparto que recorren las carreteras asturianas, las más de las veces sometidos a condiciones de trabajo draconianas, que les obligan a circular al límite para cumplir sis compromisos.

Los vehículos de la Guardia Civil suelen situarse en el carril derecho y circulan a la velocidad máxima, por lo que, para superarlos, debe excederse el límite permitido, motivo por el que todos los vehículos que los adelantan terminan siendo sancionados con multas de entre 100 y 600 euros y la retirada de entre dos y seis puntos del carné. Dos de cada tres sanciones en vías interurbanas están directamente relacionados con la velocidad excesiva que, además, es un factor de riesgo presente en casi el 20 por ciento de los accidentes con víctimas.