La nave de cuatro plantas que ha ardido en Badalona con una cifra de migrantes todavía desconocida en su interior -hay tres muertes confirmadas- pertenecía a una antigua empresa que cerró hace quince años. El edificio se quedó vacío y se convirtió enseguida en un nido de personas, casi todas procedentes de Senegal y en situación irregular, que se ganaban la vida en muchos casos con la chatarra. "El propietario de la finca no había denunciado la ocupación del inmueble", aclara el portavoz de los Mossos d'Esquadra, Joan Carles Molinero, en declaraciones a El Periódico de Catalunya.

Era un lugar en el que vivían hacinadas unas 140 personas, según el último recuento de los servicios sociales o entidades como la Cruz Roja, que asistían con frecuencia a los moradores. "Cuando llegaron los primeros agentes, en la calle había unas cincuenta personas que fueron identificadas pero otras se marcharon. No estamos aquí para comprobar su situación legal sino para atenderlos pero algunos huyeron. Por eso no sabemos cuántos pueden haber fallecido y cuantos se marcharon", razona.

De lo que no hay duda es de que si alguien no pudo escapar, habrá fallecido. La virulencia de las llamas fue tan intensa que es imposible que alguien haya sobrevivido. Los Bombers y los Mossos estudian usar drones para acceder por las ventanas e investigar si hay víctimas, una primera inspección anterior a la entrada de los funcionarios.

Investigación en marcha

Se trata de un edificio que llevaba ocupado quince años y que se ha ido "degradando" con el paso del tiempo, señalan fuentes de los Bombers. La fuerza de la combustión ha terminado convirtiendo la estructura ya deteriorada en un esqueleto que podría hundirse. Los bomberos intentaron entrar en diversas ocasiones de madrugada, hasta las 3.00 horas, cuando escaparon por los pelos de uno de los cuatro desprendimientos que se han producido en el interior. Han caído partes de las plantas y también del tejado.

La luz del inmueble estaba pinchada, lo cual eleva el riesgo de que una sobrecarga eléctrica originara el fuego, y algunos ocupantes han señalado el uso de velas como una causa posible. "Lo que vemos menos probable es que se trate de un incendio intencionado", subraya Molinero, que añade que la científica analizará pormenorizadamente el terreno cuando sea seguro y se haya contenido la emergencia social, los esfuerzos se focalizan ahora en atender a los migrantes.

Una comunidad heterogénea

"No era una ocupación delincuencial", remarca el portavoz. "No constan denuncias por robos o por tráfico de drogas o por delitos sexuales", razona. Otro tema, sin embargo, es la percepción vecinal sobre una nave ocupada durante tantos años y los problemas convivenciales que ha podido causar. Vecinos como Juan Carlos afirman que estos eran muy frecuentes.

Los 140 moradores son todos subsaharianos, principalmente originarios de Senegal, pero no pertenecen a una comunidad única sino que son unidades diversas que se habían repartido el espacio. La tensión entre ellos había provocado llamadas vecinales por peleas. Ayer miércoles la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Badalona acudieron poco antes del incendio a controlar una de estas discusiones. Las plantas apenas tenían paredes y el bloque se había convertido en un recinto compartimentado precariamente, con cortinas o muebles viejos, que dividía a los grupos. Colcohones, ropa, chatarra... se comportaron como combustible que entregaron a las llamas una fuerza devastadora. Las dos o tres deflagraciones que se registraron posiblemente guarden relación con la existencia de aerosoles o bombonas de gas alcanzadas por el fuego.

Fuego mortal

Las llamas se originaron en la planta inferior, posiblemente en su flanco más cercano a la calle de Guifré. Se extendieron velozmente y pronto cortaron la salida a la calle de los habitantes de las plantas superiores, a los que no les quedó más remedio que huir hacia arriba. La acumulación de personas en el tejado provocó una situación agónica, tanto que varios saltaron al vacío a causa de la desesperación. Los dos heridos críticos son personas precipitadas. La mayoría pudo ser rescatada in extremis por los bomberos, a través de su escalera mecánica salvaron a una treintena. Fue cosa de minutos, el balance mortal habría podido ser más catastrófico de lo que ya es. Y de lo que será si se cumplen las peores previsiones cuando logren entrar los equipos de emergencia a lo largo del día.