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La familia del agredido en Lugones: “Si le da en la cabeza, se queda en el sitio”

El acusado del ataque, un joven “agresivo”, propinó un bofetón y tres puñetazos a su víctima, de 57 años, que ha perdido un ojo por los golpes

Saca un ojo a un hombre tras una discusión de tráfico en Lugones

Saca un ojo a un hombre tras una discusión de tráfico en Lugones

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Saca un ojo a un hombre tras una discusión de tráfico en Lugones Andrés Illescas

Consternación en Lugones tras la brutal agresión a un vecino de 57 años que ha perdido un ojo después de que J. A. C. L., de 27 años, le propinara un bofetón y tres puñetazos por una discusión de tráfico. La familia de la víctima, que responde a las iniciales M. P. G. y que permanece en el HUCA, no da crédito a lo sucedido. “No te puedes imaginar algo así”, afirman antes de describir la gravedad de lo sucedido: “Si le da en la cabeza en vez de en el ojo se queda en el sitio”. No acaban de entender el desenlace de los hechos, que, según su relato, comenzó con el acusado –ahora en prisión provisional sin fianza– entrando a gran velocidad con su vehículo en la calle Río Nora de Lugones.

M. P. G. iba acompañado de su hija en su coche cuando en su camino se cruzó el de J. A. C. L. “Le dijo ‘a dónde vas chaval’”, narra su familia. Entonces este se detuvo y se inició una discusión. El agresor se bajó y le propinó una bofetada al hombre, cuando este todavía se encontraba dentro del vehículo, comenzando a sangrar por la nariz.

Decidió salir también del auto y la discusión prosiguió fuera, quedando registrada en vídeo por uno de los testigos. Apenas habían cruzado tres palabras cuando J. A. C. L., haciendo gala de una actitud muy violenta, le propinó tres puñetazos que lo tiraron al suelo. Las graves lesiones que sufrió le hicieron perder el ojo izquierdo y le mantienen postrado en una cama del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

“Está mal, con poco ánimo y sin ganas de hablar”, resumen sus familiares, a los que se les hace complicado asumir que pueda haberle pasado algo así. “Estábamos de vuelta a casa”, cuenta su hija, que vivió instantes de “mucho nerviosismo pidiéndole que volviera al coche”.

En la jornada de ayer, los vecinos de la calle Río Nora, en la que reside también el acusado, no hablaban de otra cosa, aunque preferían no pronunciarse públicamente sobre el encarcelado. “No queremos líos”, sentenciaban.

Los pocos que si decían algo del ahora reo explicaban que es aficionado al grafiti, bajo la firma “BLG” (Barrio La Güela), y le describen como una persona “agresiva” y que genera cierto temor entre los que le rodean. Asimismo, indican que un familiar directo, con antecedentes de acoso hacia su ex novia, está relacionado con negocios de boxeo y artes marciales. Sobre esto, la policía apunta que el acusado practicaba alguna de estas disciplinas, lo que confirió mayor contundencia a sus golpes. En principio, J. A. C. L. no tenía antecedentes de importancia, “salvo multas por pintar en muros y alguna llamada de atención reciente por ir sin mascarilla”. Sin embargo, otros lo asocian a problemas en bares, incluida la multitudinaria pelea que tuvo lugar la pasada semana a la salida de un pub, donde le sitúan testigos presenciales. Ahora permanece en prisión provisional sin fianza a la espera de juicio.

EL ATAQUE

  • Hechos. Según relata la familia de la víctima, el acusado se cruzó con su coche a gran velocidad invadiendo el carril contrario. M. P. G. le reprendió desde su vehículo y J. A. C. L. se bajó del suyo, dándole primero un bofetón y luego tres puñetazos. El herido se encuentra en el HUCA y ha perdido el ojo izquierdo, mientras el agresor está en prisión provisional a la espera de juicio.
  • Perfil. Según los residentes en la calle Río Nora, el agresor infunde miedo en el entorno. Lo describen con una persona “agresiva”. No tiene antecedentes de importancia, a excepción de algunas multas por pintar grafitis. La Policía Nacional apunta, además, la posibilidad de que practicara algún deporte de contacto.

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