La Guardia Civil ha detenido en Estepona a uno de los principales capos del grupo camorrista de los Marranella, la potente organización romana dedicada al tráfico de grandes cantidades de droga entre el sur de España y la capital italiana. Según ha podido saber La Opinión de Málaga, las autoridades transalpinas consideran al arrestado como un peligroso fugitivo que podría llevar una década refugiado en la Costa del Sol, desde donde presuntamente seguía gestionando importantes envíos de estupefacientes a Italia. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que el detenido es Giuseppe Refrigeri, un veterano y escurridizo capo de 67 años.

Su detención es la guinda de la operación Hispania, iniciada por los Carabinieri en 2018 al detectar una organización asentada en la península ibérica con su centro de operaciones en la Costa del Sol y cuya principal actividad era el tráfico de cocaína, hachís y marihuana entre ambos países. Aunque la investigación cuenta con varias fases de explotación previas, fue un operativo adelantado por este diario en junio del año pasado el que puso la puntilla a esta sucursal malagueña de los Marranella. Hubo una decena de detenciones, siete en Italia y tres en el litoral costasoleño, pero también sirvió para estrechar el cerco sobre Refrigeri, que consiguió esfumarse de la acción policial y evitar temporalmente la condena de seis años y once meses que tenía pendiente en su país por tráfico internacional de drogas y la orden de detención europea por intentar transportar en 2018 un lote de 325 kilos de hachís desde la Costa del Sol a Roma. Los investigadores encontraron la droga en una autocaravana que fue interceptada en Francia. Meses antes, hace ahora algo más de un año, el clan, que también se había especializado en vuelcos y secuestros violentos a otros narcotraficantes, sufrió otro zarpazo del instituto armado en la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar con la detención de 14 personas y la intervención de más de media tonelada de hachís en actuaciones en Italia, Francia y España.

El fugitivo evitó su arresto ambas veces, pero no que la Guardia Civil y sus homólogos italianos le siguieran acechando. La justicia italiana lo declaró objetivo prioritario a finales del año pasado y los Carabinieri aseguran que las escuchas telefónicas demuestran que Refrigeri conocía bien su condición de prófugo, razón por la que utilizaba documentos falsos en su día a día. Era cuestión de tiempo que los investigadores detectaran las zonas que frecuentaba habitualmente. Hace unos días, fue localizado y detenido en Estepona en un operativo del Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil en el que estuvieron presentes los Carabinieri de Ostia, población localizada a unos 30 kilómetros al suroeste de Roma.