Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos hombres de 43 y 35 años acusados de explotar a nueve trabajadores extranjeros a los que tenían sin contrato y sin cobrar --recibiendo alojamiento y comida a cambio o 400 euros por 12 horas diarias de trabajo-- y la promesa de regularizar su situación, y que ejercían de repartidores pese a carecer de preparación, incluso no tener carné.

Los arrestos se han llevado a cabo tras inspecciones realizadas en cuatro establecimientos en las localidades alicantinas de Banyeres de Mariola, Sax y Castalla y después de que uno de los trabajadores sufriera un accidente con un ciclomotor, del que se "desentendió" su jefe, según ha informado la Policía.

En concreto, se ha determinado que en esos locales trabajaban nueve personas extranjeras que estaban en España en situación irregular, que no contaban con contratos en vigor y que ejercían de repartidores pese a que carecían de preparación alguna. También manipulaban alimentos sin ningún tipo de curso. A todos ellos, supuestamente les quitaban la documentación y les prometían regularizar su situación en España.

La investigación arrancó cuando se identificó a una persona que había sufrido un accidente con una motocicleta de una empresa de reparto de comida en Banyeres de Mariola.

El herido desveló que se encontraba en situación irregular en España, pero que trabajaba de manera ilegal, desde mediados del año pasado. En cuanto tuvo oportunidad, se puso en contacto con su jefe, que se "desentendió" de esta situación y manifestó que apenas conocía al herido y que "no era problema suyo".

Al verse desamparado, relató a los agentes el "calvario" que había vivido desde que comenzó a trabajar para la empresa. También denunció que, al principio, no recibía dinero alguno, trabajaba a cambio de la promesa de regularizar su situación, de alimento y de alojamiento, pero que, en un momento dado, su jefe tuvo miedo de ser descubierto y le echó de su casa y se quedó con su documentación.

Desde entonces, vivía en la calle y recibía la cuantía de 400 euros por turnos de trabajo de 12 horas diarias en condiciones de explotación laboral. Como consecuencia, tenía las manos inflamadas por el frío que pasaba y sufría heridas en ellas, pero aún así continuaba trabajando y manipulando alimentos sin tener ningún tipo de curso o carné que lo permitiera.

De igual manera, su jefe era conocedor de la falta de carné alguno de conducción, aunque le decía que no importaba, que si ocurría algo él se haría cargo. Los agentes comprobaron que la empresa, cuya actividad se desarrollaba en tres establecimientos de restauración y una frutería ubicadas en Castalla, Sax y Banyeres, estaba cometiendo abusos a sus trabajadores.

Al parecer, contrataban a personas extranjeras cuya situación en España era irregular y que aprovechaban esa circunstancia de "extrema necesidad y de carencias de todo tipo" para obtener con ello un beneficio económico.

Por ello, se incoó un expediente por parte de Inspección de Trabajo y también se identificaron a cuatro trabajadores que se encontraban en situación irregular en España.

En la operación, por un lado se ha detenido a dos personas por infracción a la Ley de Extranjería y por otro, al administrador y al encargado del establecimiento de Banyeres de Mariola por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores. Los detenidos de 43 y 35 años han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de esas localidades.