Los investigadores encargados de esclarecer el crimen de Samuel Luiz cuentan ya con 26 pruebas testificales, con las imágenes que han grabado las cámaras de seguridad de la zona en la que se produjo la paliza mortal —en la confluencia de la avenida de Buenos Aires con el paseo de Riazor,— y también, según explicó ayer el delegado del Gobierno, José Miñones, con la información que tienen en sus móviles las personas que, esa noche, estaban presentes durante las dos agresiones que sufrió el joven de Meicende.

Miñones aclaró ayer que, si bien los agentes han tomado declaración a 26 personas, entre ellas, a los detenidos, no descartan sumar nuevos testimonios para completar el relato de la paliza mortal a Samuel en los próximos días.

Desde que se inició la investigación se produjeron seis detenciones, cuatro a mayores de edad, de los cuales tres —los varones— entraron en prisión el pasado viernes; la cuarta detenida salió libre, aunque con la obligación de comparecer en el juzgado, ya que la Fiscalía no pidió su ingreso en la cárcel. Los otros dos arrestados son menores e ingresaron en un centro por orden de la jueza el pasado viernes por la noche.

La instructora del caso —titular del Juzgado de Instrucción número 8— ha citadotres de los detenidos para que comparezcan hoy para decidir si procede que sigan en prisión comunicada y sin fianza o si es necesario cambiar estas medidas, decretadas por la titular del Juzgado de Instrucción número 1, que les tomó declaración la semana pasada.

La jueza iba a levantar ayer el secreto de sumario, pero la Fiscalía recurrió la decisión ante la Audiencia Provincial, que será la que determine si las partes pueden conocer ya los detalles de la investigación o si las actuaciones deben seguir siendo secretas.

El delegado del Gobierno aseguró ayer que el volcado de las imágenes de las cámaras de seguridad y también de los móviles, así como el testimonio prestado por estas 26 personas en relación al crimen serán clave para que los agentes decidan si realizan más detenciones. En una primera fase los investigadores contaron con las declaraciones de trece personas —entre ellas, las amigas de la víctima que testificaron que a Samuel le gritaron cosas como “maricón de mierda”, mientras le pegaban— aunque durante estos días se han seguido practicando diligencias en Lonzas y esa cifra ha ido subiendo hasta las 26 personas.

Ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 —en funciones de guardia el pasado viernes— ninguno de los cuatro detenidos mayores de edad reconoció haber pegado a Samuel. A todos ellos se les imputa un delito de homicidio o asesinato, aún pendiente de calificar durante el transcurso de la investigación y, a uno de ellos se le suma, además, un delito de apropiación indebida, al haberse quedado con el móvil de la víctima. Ambas partes, agresores y testigos, confirmaron que el conflicto lo inició un joven que creía que Samuel y su amiga Lina le estaban grabando a él y a su pareja, cuando, en realidad, hacían una videollamada. Los investigadores consideran que los principales autores de la paliza mortal a Samuel están ya ante la Justicia, aunque no descartan más arrestos.

El Parlamento condena el “vil asesinato”

El Parlamento de Galicia manifestó ayer su repulsa por el “vil asesinato” del joven Samuel Luiz, el pasado 3 de julio, con una declaración institucional, leída por el presidente de la Cámara, Miguel Santalices. Los grupos con representación en el Parlamento condenaron “cualquier tipo de violencia” sea cual sea su motivación. “La violencia es siempre repulsiva y reprochable”, decía el documento. La Cámara expresó ayer su reconocimiento al comportamiento heroico de los ciudadanos senegaleses, que “no dudaron en acudir al auxilio de Samuel Luiz” e intentaron “detener su linchamiento, poniendo en riesgo su propia integridad física”. Tras indicar que algunos testigos sostienen que en el crimen de Samuel se vertieron expresiones homófobas como “maricón de mierda”, la Cámara apuntó ayer que, con independencia de la cualificación penal de los hechos, condena esta paliza mortal y aboga por “desterrar de la sociedad “el odio a la diversidad”. “Cualquiera de nosotros puede ser Samuel“, finalizaba ayer la declaración institucional leída en el Parlamento.