Encapuchados, con bolsas en los pies para no dejar ningún rastro y perfectamente organizados. Así actúan los miembros de la banda del Seat León, una agrupación criminal que está sembrando el pánico en diversos negocios, sobre todo de la zona centro de Asturias, y que el jueves recibió un duro golpe por parte de la Guardia Civil de Gijón, que pudo detener e incriminar a uno de sus cabecillas, J. S. S., de 32 años y sin domicilio fijo conocido, como supuesto autor de delitos de robo con fuerza, robo de vehículo a motor, daños, otro contra la seguridad vial y otro más de pertenencia a grupo criminal. La operación sigue en marcha y los agentes continúan investigando para inculpar a miembros destacados de esta organización.
La operación está siendo muy complicada ya que se trata de personas que han hecho de los robos a pequeños establecimientos un modo de vida y, por lo tanto, son muy cautelosos a la hora de llevarlos a cabo, cuidándose mucho de no dejar ningún rastro que después pueda ser utilizado como prueba en su contra. Se trata, además, de una red amplia de gente, que va variando de un golpe a otro y que tiene a una serie de cabecillas que son los que se encargan de mostrar el modus operandi al resto.
El sistema con el que han entrado a decenas de comercios es el alunizaje. Primero roban un coche, luego chocan con él en la puerta del local en cuestión, ayudándose muchas veces con una tapa de alcantarilla para allanar del todo el acceso, una vez dentro se llevan rápido todo lo que encuentran y después se deshacen del coche, en ocasiones quemándolo. La Guardia Civil seguía la pista de J. S. S. desde hacia meses, en los que investigó su posible participación en al menos otros 18 robos, 15 en establecimientos y 3 de vehículos a motor.
