Un incendio forestal que se desató en la tarde del sábado en Santa Coloma de Queralt (Tarragona) seguía avanzando anoche, sin control, por la comarca barcelonesa de Anoia avivado por el viento, tras haber calcinado casi 1.400 hectáreas y provocado desalojos de masías y urbanizaciones, así como el confinamiento de dos poblaciones amenazadas por las llamas. El fuego, que podría haberse originado por una colilla o un chispazo procedente de un vehículo, llevó ayer a una situación crítica a los equipos de extinción, ante el temor de que siguiera avanzando hacia el municipio de Sant Martí de Tous y llegara a engullir un perímetro de 5.000 hectáreas.

El viento de sur que empezó a soplar ayer al mediodía obligó a los bomberos a redoblar sus esfuerzos para impedir que las llamas se extendieran hacia el norte: así lograron que el fuego ralentizara su avance, aunque se registraron algunos rebrotes preocupantes.

En otro incendio localizado en Liétor (Albacete), los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazados al lugar se replegado a las 16.00 horas de ayer ante la positiva evolución del suceso. El fuego quedó estabilizado tras afectar a unas 2.500 hectáreas y a algunas zonas de cultivo.