Las paredes del club eran rosas, pero dentro había un cuarto con barrotes para las mujeres que trataban de escapar del Tú y yo, burdel situado en la N-630, en Malpartida de Plasencia (Cáceres). La encargada de captar y engañar mujeres para esclavizarlas allí y evitar que se fugaran era Elena Puzyrevich. Condenada a 12 años y medio de prisión y fugada, Puzyrevich es hoy la delincuente más buscada de España. El grupo de Fugitivos de la Policía Nacional ha seguido sus pasos en locales de prostitución de A Coruña, Tenerife y Madrid. Elena se dedica a la trata de mujeres. Es proxeneta.

Decenas de mujeres fueron explotadas sexualmente en el club Tú y yo, dirigido por la fugitiva rusa y su entonces pareja, un trabajador de la Renfe. El negocio iba bien hasta que a primeros de 2008 una de las jóvenes, recién llegada y engañada de Rusia, se negó a prostituirse y saltó por una de las ventanas que no tenía barrotes. Se rompió una pierna y fue trasladada al hospital. Allí se destapó la trama de Elena.

Imágen de la ficha policial de la fugitiva más buscada de España, la rusa Elena Puzyrevich

Andalucía y Cataluña

Las investigaciones descubrieron que la mujer captaba chicas en Rusia, algunas de ellas menores de edad, y las convencía para venir a España, muchas veces engañadas. Cuando las encerraban en el club, en el punto kilométrico 493 de la N-630, la proxeneta rusa era la encargada de vigilarlas y hacer que pagaran "su deuda" con la organización mediante servicios sexuales.

Tiempo después, la policía puso en marcha la operación Zarza, que además de la trama del club que dirigía Elena en Extremadura, explotaba mujeres en locales de Girona, Lleida, Almería y Granada.

Las pruebas demostraron que Elena fue responsable de captar y prostituir (entonces no estaba castigado el delito de trata de mujeres en España) a nueve mujeres rusas, todas sin permiso de residencia ni trabajo. Llegaban al aeropuerto de Barajas con visado de turista y eran trasladadas al club, de donde ya no salían.

Elena llevaba además la contabilidad del local. En abril de 2008, fue detenida junto a otras 14 personas. La policía encontró 52.500 euros en la casa del otro jefe del club, su pareja sentimental de entonces y que fue condenado a prisión.

El juicio tardó tres años en celebrarse. Elena y su pareja fueron condenados a prisión, pero cuando llegó el día, solo él entró en la cárcel. Ella había huido.

El grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional sigue sus pasos desde entonces. Fernando González, inspector jefe del grupo, afirma que "cuando ocurrió todo no existía en España el delito de trata de seres humanos, si hubiera sido hoy le habrían caído 20 años de prisión". El primer destino elegido por la mujer para esconderse fue Rusia, según se comprobó posteriormente.

Galicia y Madrid

Durante los últimos diez años, Elena Puzyrevich, 1,60, ojos marrones, 42 años ahora, ha sido uno de los objetivos del grupo, artífice de localizar a criminales de guerra, violadores y mafiosos de todo tipo ocultos en España y españoles ocultos en diferentes lugares del mundo.

El inspector Darío, jefe del Grupo 2 y responsable de esas pesquisas, explica que las primeras pistas llegaron cuando "vimos que esa mujer tenía contactos con gente del mundo de la prostitución en varias zonas de A Coruña y Madrid". Los agentes repasaron hospitales, censos, colegios, por si había sido madre y llevaba a la escuela a su hij@... Sin éxito.

Algunas personas dijeron haberla visto en México, pero las pistas más insistentes llevaron a Canarias, hasta la isla de Tenerife. La situaban, otra vez, como proxeneta en un pub de la isla, encargada de controlar a las chicas que eran explotadas allí.

Varios agentes acudieron al local y se hicieron pasar por clientes, fotografiaron a las mujeres. Como en el club extremeño que gobernaba Elena, las víctimas eran rusas, y aquí había también ucranianas e incluso una drag queen, pero ninguna era la fugitiva más buscada.

La última pista sobre su paradero llegó a principios de este año. Alguien aseguraba que Elena era la encargada de otro local de alterne en A Coruña. De nuevo, no era ella. Lo más probable es que la proxeneta esté de vuelta en su país, Rusia. Allí huyó cuando la buscaba la justicia española y allí viven su madre y el resto de su familia. Allí se siente segura. En España, la presión de la policía y su condena pendiente la hacen estar "quemada" para el negocio de explotar a otras mujeres.