Una mujer de 29 años de Alcoy falleció en la madrugada del pasado sábado en Benetússer (València) accidentalmente, pero ocurrió mientras huía de un hombre que la había dejado encerrada en un piso ocupado ilegalmente mientras él, afirma, había ido en busca de cervezas en plena madrugada.

Los hechos sucedieron en un bloque de viviendas del número 47 de la calle Nuestra Señora del Socorro, en Benetússer, una finca totalmente ocupada en la que ni siquiera hay luz porque alguien ha sustraído el cableado eléctrico y en la que el ascensor está totalmente inutilizado. Todas las viviendas habitadas lo están por personas que las ocupan de manera ilegal —hay algún proceso de desahucio ya en marcha—, por lo que las casas carecen de cerradura.

Esa noche, Inma había conocido en València a uno de los okupas del edificio, con el que trabó amistad. Según ha declarado el hombre, la joven aceptó acompañarle hasta su casa, adonde se dirigieron en un taxi.

Una vez allí, la condujo hasta una de las dos habitaciones que utiliza como vivienda, en la tercera planta del inmueble y, según su declaración, decidió bajar a por cervezas a un bar próximo porque no tenía nada de bebida en la casa.

Tejas fracturadas

Al parecer, según la investigación que ha llevado a cabo la Guardia Civil, la joven no estaba en pleno uso de sus facultades, ya que había consumido alcohol y alguna sustancia estupefaciente. De hecho, el taxista ha corroborado el estado de la chica, por lo que los investigadores ahora tratarán de aclarar si el morador de la casa está diciendo o no la verdad cuando afirma que subió voluntariamente y que su intención no era encerrarla.

Así, según su testimonio, cuando salió de la habitación decidió colocar una cadena y un candado, para, afirma, evitar que alguien entrase en la casa en su ausencia. Aunque es cierto que todas las habitaciones utilizan ese sistema de cierre, también lo es que a esas horas no era probable que llegase alguien con aspiraciones de ocupar alguna de las viviendas del edificio.

De momento, y así lo ha confirmado la autopsia practicada este lunes en el Instituto de Medicina Legal (IML) de València, la caída de la joven fue accidental. En principio, los investigadores creen que la joven se asustó al verse encerrada y trató de escapar antes de que el hombre, al que solo conocía desde hacía unas pocas horas, regresase. Así, subió hasta el altillo de la casa por la escalera interior y salió al balcón, desde donde trató de saltar al de la vivienda contigua.

Para ello, se encaramó al tejado que cubre el muro medianero que separa ambas viviendas, de un metro de anchura aproximadamente, pero, con tan mala fortuna, que una de las tejas que cubren ese tramo se quebró bajo sus pies.

Inmaculada, natural de Alcoy pero afincada en València desde hace años, perdió el equilibrio y acabó cayéndose al vacío, ya que desde ese punto no hay ningún elemento arquitectónico que la pudiese frenar o al que ella hubiese podido aferrarse, lo que le provocó la muerte en el acto.

El aviso de que se había precipitado desde el ático entró en el 112 a las 5.00 horas. La Guardia Civil trata ahora de confirmar la versión del ocupante de la casa de que él no estaba dentro cuando la joven se cayó.