Los análisis realizados por la Policía Nacional durante años, la recogida de pruebas y la comprobación de apuestas han permitido esclarecer quién es, según la investigación, el legítimo propietario de la Primitiva millonaria, identidad que se desconoce desde que el lotero que la comprobó, Manuel Reija, dijo habérsela encontrado en su administración de San Agustín cuando estaba “solo”. El 091 concluye, por las combinaciones de números utilizadas y la geolocalización, que solo hay un dueño, y que, además, nunca reclamó el premio. Fue la Policía la que identificó a este hombre, fallecido en 2014, un año y medio después del sorteo por el que la Primitiva sellada en el Carrefour de Alfonso Molina resultó agraciada con un importe de 4,72 millones de euros.

Los agentes localizaron al propietario del boleto pero, al haber fallecido, tuvieron que informar a la familia del caso, de la investigación y de que este hombre es presuntamente el ganador del premio. Ni su viuda ni la familia sabían que podía ser suyo. Ni siquiera lo sospechaban, según fuentes policiales.

El 2 de julio de 2012, según la investigación, este hombre fue a la administración de San Agustín, donde comprobó cuatro boletos. Tres apuestas manuales, con números que utilizaba habitualmente, y una automática, que resultó ser la millonaria. Las comprobaciones se realizaron en 19 segundos. Y justo después, en concreto 49 segundos después de la primera presentación a cobro, indica el informe policial, se realizaron “ocho nuevas transacciones de apuestas, entre las cuales se encontraban las apuestas manuales previamente presentadas a cobro por el jugador”.

Esos números tan significativos han llevado a la Policía hasta el legítimo propietario del boleto, o más bien hasta su familia, que es la que ahora está implicada para esclarecer el caso.

Combinaciones de números que se han visto repetidas en muchas otras apuestas realizadas no solo en A Coruña sino en otras ciudades de España, a las que el apostante acudía junto a su mujer de viaje.

Los movimientos de la tarjeta de crédito y los sistemas de geolocalización también han ayudado a la Policía a situar a este hombre en Carrefour en el momento en que se sellaron los cuatro boletos y en las proximidades de San Agustín cuando se comprobaron.

El lotero, sin embargo, insiste en que estaba “absolutamente solo” cuando encontró la Primitiva millonaria que, dice, es como “un cheque al portador”, así que podría haberlo cobrado sin que “nadie” se enterase. Al día siguiente del presunto hallazgo, informó a su hermano, Miguel Reija, delegado provincial de Loterías. El 5 de septiembre, el lotero, Manuel Reija, solicitó sobrar el premio por su “buena fe” y la “predisposición de colaborar”. Pero la investigación continua. “Todo esto es un sinsentido”, dice. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 concluye en un reciente auto que, tras la investigación, los hechos, ocurridos en julio de 2012, pueden ser constitutivos de un presunto delito de apropiación indebida. Investiga, además de a los hermanos Reija, a cuatro altos cargos de Loterías.