Tuviera o no la intención directa de matar a sus víctimas, lo bien es cierto es que Jorge Ignacio P. J., como apuntó la acusación particular que representa al padre de Marta Calvo, asumía la posibilidad real de que introduciéndoles cocaína de alta pureza, "que era su arma letal", éstas acabaran muriendo –dolo eventual–. "Jugaba a la ruleta rusa con sus vidas aceptando el resultado de la muerte de sus víctimas", indicó la letrada Candela Estévez, "elegía a su presa y le gustaba ver cómo era cada vez más vulnerable e indefensa".

En el caso de Marta Calvo, "hacer desaparecer el cadáver y no revelar dónde está solo tiene una explicación lógica, que en ese cuerpo están las evidencias homicidas de lo que hizo con él", remarcó la abogada. "Se deshizo de ella como si fuera basura, porque para él todas y cada una de esas mujeres eran basura".

La abogada incidió en el modus operandi del acusado, que mantiene "un patrón de conducta idéntico con todas las víctimas, desde el uso del nombre falso, los lugares de los ataques y la fiesta blanca, que era el cebo·, señaló Estévez.

La letrada esgrime que también hay un delito contra la integridad moral, porque según argumentó "el acusado tiene derecho a guardar silencio cuando se le pregunta por el paradero del cuerpo, pero no a mentir y a engañar y provocar búsquedas costísimas que aumentan el dolor y el sufrimiento de los padres". "Con esas versiones que son mentira está provocando unas falsas expectativas de poder recuperar el cuerpo de su hija".

Al igual que la fiscal pide que se le aprecie la agravante de género, pero va más allá e insistió en la alevosía porque "le encantaba ejercer el poder sobre ellas cuando ya no podían defenderse".

Asimismo, tanto Estévez como Jové incidieron en el nivel de vida que llevaba el acusado, con varios coches, dos viviendas, dispositivos Apple, prendas de marcas caras, consumo habitual de prostitución y las grandes cantidades de droga de alta pureza que portaba. Todo ello, unido los seis teléfonos –uno con sistema EncroChat– "prueba que se dedicaba al ‘business’ de la droga".