Benidorm, domingo por la tarde. Una joven regresa a su casa en la zona alta del Rincón de Loix, Alicante, subiendo la cuesta de la avenida de Estocolmo, junto al antiguo hotel Los Dálmatas. Ya ha anochecido y, quizá por esa intuición que todas tenemos, se da cuenta de que un hombre la está siguiendo. La joven, de 22 años, trata de calmarse y decide comprobar si realmente está siendo perseguida y no son imaginaciones suyas fruto del miedo.
Se cambia de acera y sigue andando. El hombre que camina tras ella hace lo mismo. Amalia, que así se llama nuestra protagonista, vuelve a cruzar y su perseguidor repite sus movimientos. Asustada, se para y coge el móvil. El individuo la imita y pasa a su lado, un poco más adelante vuelve a pararse y la mira.
Muy nerviosa, la joven de Benidorm cambia de dirección y baja corriendo la cuesta para coger una taxi que la lleve a casa. Ya dentro del vehículo le cuenta al taxista lo ocurrido. Juan, el héroe de esta trama, le pide que describa a su acosador para alertar a la policía. "Es un hombre en chándal, moreno, con calvicie central y aspecto bastante descuidado", le cuenta la chica.
Deciden pasar con el taxi por la misma zona y Amalia reconoce enseguida al hombre que la seguía hace tan solo uno minutos. Solo que ahora está acechando a otra joven que camina hablando por teléfono ajena al peligro. Nuestra protagonista y su héroe observan la situación y comprueban que, efectivamente, el hombre está persiguiendo a la chica.
Juan, viendo la situación, decide actuar. Acelera. Para el coche junto a la muchacha y le pide que suba al taxi. La joven duda, desconcertada, pero termina cediendo ante la insistencia de Amalia. Una vez dentro, nuestra protagonista le cuenta lo sucedido y admite no haberse dado cuenta.
Finalmente, Juan las lleva a su casa y decide no cobrarles la carrera. Esperando, eso sí, a que entren cada una en su portal.
Esta historia podría formar parte de una novela de misterio, pero no se trata de un relato de ficción, es una historia muy real. La ha contado la propia Amalia en sus redes sociales y el vídeo, que se ha hecho viral en TikTok, se ha compartido más de 3.000 veces y cuenta con casi 220.000 likes.
Tal y como ha asegurado ella misma en la grabación, Amalia, además de denunciar los hechos a la policía, decidió contar su historia en el momento en que llegó a su casa para agradecer la ayuda de su héroe, el taxista Juan. Pero también para que sea compartido y todas las jóvenes puedan estar alerta: "Estas cosas hay que contarlas. Sobre todo las chicas que seáis de Benidorm, estad atentas".
Lo cierto es que, aunque no debería ser así, las calles no son un espacio seguro para las mujeres, sobre todo, por la noche. De ello puede dar fe la protagonista de esta historia que se ha hecho viral en redes sociales y que parece sacada de una película de terror. Una película, eso sí, con final feliz.
