Un tribunal de Madrid ha condenado al pasajero de un vuelo que se dirigía a Mallorca, que a bordo de la nave golpeó a su pareja sentimental. El acusado, de 33 años de edad, ha sido declarado culpable de un delito de maltrato en el ámbito familiar. No irá a la cárcel por este incidente, pero tendrá que realizar durante un mes trabajos en beneficio de la comunidad. También tiene prohibido acercarse a la víctima y contactar con ella, durante un periodo de seis meses. Se da la circunstancia que la mujer no quiso denunciarle y, además, negó que la agresión se hubiera producido. Sin embargo, los hechos fueron presenciados por una azafata del avión, que vio cómo el acusado golpeaba a la mujer.

El incidente ocurrió en la mañana del día 30 de octubre del año 2017. La pareja viajó en un avión que realizaba la ruta entre el aeropuerto de Madrid y Palma. La pareja del acusado es de nacionalidad alemana, ocho años menor que él.

La sentencia declara probado que la pareja inició una violenta discusión durante el vuelo. Ambos se levantaron y se dirigieron hacia el cuarto de baño ubicado en la cola del avión. Antes de entrar en el habitáculo, el agresor agarró a la mujer por el cuello y le propinó un fuerte empujón para que entrara en el aseo. Esta agresión, que no ocasionó lesiones, fue presenciada por el personal de la tripulación.

Una azafata fue la que comunicó el incidente al comandante del avión, que de inmediato avisó a la Policía. Una patrulla apareció en el aeropuerto de Palma y se situó junto a la escalerilla del avión. Cuando la nave aterrizó de inmediato se procedió a la detención del pasajero. A continuación se dio cuenta de lo ocurrido al juzgado de violencia sobre la mujer, trasladando el caso a un juez de Madrid, que se ha encargado de dictar sentencia.

El magistrado, para dictar una sentencia condenatoria, ha tenido en cuenta la declaración de la sobrecargo del avión, que vio la pelea. Esta testigo, que si bien no pudo determinar de qué forma se produjo la agresión, recordaba que la mujer fue empujada con fuerza contra la puerta del aseo. A la mujer la vieron llorando porque decía que su pareja la había agredido. Tuvieron que ser separados cuando seguían discutiendo en el interior del aseo.

La mujer volvió a su asiento. Estaba llorando y muy nerviosa por la disputa que había mantenido con su pareja. Las azafatas intentaron calmarla y le ofrecieron la posibilidad de que podían llamar a la Policía para que la ayudara. Ella dijo que no necesitaba ayuda y que no era necesario avisar a las fuerzas del orden.

El comandante de la nave, al tener conocimiento de este grave incidente a bordo, decidió que era necesario la actuación de las fuerzas de seguridad al tratarse de un posible delito.

Aunque el juicio tardó mucho tiempo en celebrarse la víctima no ha cambiado de idea. En la vista quitó importancia a la agresión y salió en defensa de su pareja. Esta exculpación, sin embargo, no fue suficiente para lograr la absolución del agresor. El juez ha valorado con más contundencia la declaración del personal del avión, que mantuvo que se produjo a bordo un episodio de violencia sobre la mujer protagonizado por el acusado. La sentencia ha sido ratificada por la Audiencia de Madrid.