Asesinato

El yihadista de Algeciras gritó "muerte a los cristianos" y "Alá es grande"

El párroco de la Iglesia cree que el atacante que mató al sacristán quería matarle a él

El cadáver del sacristán fallecido en Algeciras en la plaza Alta.

El cadáver del sacristán fallecido en Algeciras en la plaza Alta. / EP

EFE

Yassine Kanjaa, el marroquí de 25 años detenido este miércoles tras haber matado con una machete a un sacristán y herido a otras cuatro personas, entre ellas un sacerdote, gritó "muerte a los cristianos" y "Alá es grande" mientras perpetraba su acción en la localidad gaditana de Algeciras.

Así lo han indicado a Efe fuentes próximas a la investigación, que han indicado que el arrestado estaba pendiente de expulsión a su país, ya que se encontraba en España en situación irregular.

Aunque Yassine Kanjaa no contaba con antecedentes policiales, sí estaba en el punto de mira de las fuerzas de seguridad debido a su radicalización.

Kanjaa se dirigió a tres iglesias de Algeciras armado con un machete de grandes dimensiones y podría ser un lobo solitario, según las primeras pesquisas de los investigadores. 

Mató al sacristán

El párroco de la Iglesia de La Palma de Algeciras, Juan José Marina, cree que el atacante que esta tarde entró en el templo y mató al sacristán debió pensar que la víctima era el cura. "En vez de morir yo, ha muerto él", se ha lamentado esta noche, en declaraciones a EFE, el párroco de una de las dos iglesias en las que el marroquí Yassine Kanjaa ha irrumpido esta tarde con un gran machete, ocasionando, además de la muerte del sacristán, heridas a otras cuatro personas.

El atacante llegó "corriendo" a la Iglesia de La Palma, después de irrumpir en la capilla de San Isidro de la Iglesia de Santa María Auxiliadora. Allí, tras romper varias cosas, apuñaló al vicario salesiano Antonio Rodríguez, de 74 años, que estaba celebrando en ese momento la eucaristía de las siete de la tarde.

Tras dejarle herido fue a la Iglesia de La Palma, donde hacía poco se había acabado la eucaristía y el sacristán Diego Valencia estaba recogiendo la mesa del altar, mientras algunos feligreses rezaban. "Entonces este hombre entró por la puerta dando gritos, se dirigió al sacristán. Él le dijo que iba a llamar a la Policía y ahí le dio el primer machetazo", cuenta el párroco. El sacristán logró salir de la iglesia, posiblemente para pedir ayuda, pero el atacante le alcanzó y le mató, cuenta el párroco.

Juan José Marina había dado la misa en otra iglesia, y un compañero la había celebrado en su parroquia poco antes de que sucediera el ataque. "Es una situación desconcertante al máximo. Esto es muy duro", se lamentaba el párroco. Cree que nunca antes había visto por la iglesia a Yassine Kanjaa, quien permanece bajo custodia policial.

La Policía ha realizado un registro en una vivienda de Algeciras, posiblemente relacionada con el detenido.