Declaración judicial

La jueza ofrece a una amiga de la víctima denunciar a Alves por otra agresión sexual

La joven rechaza la posibilidad de demandar al jugador porque lo relevante para ella era la supuesta violación de la otra joven ocurrida en el lavabo del reservado de la discoteca Sutton

Declaran ante el juez varios testigos del caso Alves.

Agencia ATLAS

J. G. Albalat | Guillem Sánchez

La jueza que investiga la presunta agresión sexual del exjugador del FC Barcelona Dani Alves ha ofrecido este viernes a una de las amigas que acompañaba a la víctima la posibilidad de denunciar al futbolista, después de que ambas ratificaran que el astro brasileño les había realizado tocamientos. A la primera, según declaró ante los Mossos, el deportista le había puesto la mano en la entrepierna, mientras que a la segunda le rodeó la cintura con un brazo. La testigo, sin embargo, ha rechazado hoy denunciar a la estrella brasileña porque, ha precisado, lo relevante y grave era lo que le había ocurrido a su amiga en lavabo del reservado de la discoteca Sutton; es decir, la supuesta violación.

Estas dos testigos, que han comparecido en la Ciutat de la Justícia bajo la protección de los Mossos, aseguraron también ante la policía y confirmaron a la jueza que desconocían que en el reservado había un lavabo y que creían que la puerta conducía a otra sala del mismo local o a un lugar donde se podía fumar. Lo mismo pensaba la denunciante. En el baño no hay una cartel identificativo. Un dato que avala esa apreciación es que la amiga de la víctima fue al lavabo general de la discoteca y no a ese.

Las dos amigas detallaron en su interrogatorio lo que ocurrió esa noche del 30 al 31 de diciembre pasado en la discoteca de la calle Tuset de Barcelona. Al entrar, explicaron, ellas dos y la víctima se sentaron con un grupo de mexicanos en una mesa al lado del reservado donde estaba Alves. Al cabo de unos minutos, un camarero les comentó que el jugador, al que no reconocieron, quería invitar a cava. Primero rechazaron el ofrecimiento, pero, ante la insistencia del personal de la discoteca, las tres aceptaron y se dirigieron al reservado. No se llegaron a tomar el cava, según las fuentes consultadas por este diario, porque ya tenían una copa. La testigos, de esta manera, avalaron este viernes la versión de la denunciante sobre lo sucedido en el local de ocio nocturno.

En el interior del baño

La víctima sostuvo tanto en su declaración ante los Mossos como en el juzgado, practicada el pasado 23 de enero, que cuando estaba en el reservado Alves le hizo un ademán para que entrara por una puerta. Sin saberlo, se encontró dentro de una habitación donde había un retrete y un lavamanos. Fue entonces cuando se dio cuenta de que era un baño e intentó salir, pero el jugador brasileño se lo impidió a la fuerza y, según ella, la violó. El futbolista salió primero y, al cabo de unos instantes, ella. Y así sucedió. Las cámaras del interior de la discoteca desvelan que la joven y el jugador permanecieron en ese lavabo unos 16 minutos.

Cuando salió del bañó, la víctima le dijo a una de sus amigas: "Vámonos de aquí". Alves se dirigió directamente a la barra para tomarse una copa. Las dos se fueron del reservado y, cuando llegaron al guardarropía, ya con la otra amiga, que había ido al aseo general de la discoteca, la víctima rompió a llorar. Uno de los porteros de la discoteca, que también ha declarado en el juzgado este viernes, la vio y se acercó a ella. La joven de 23 años, visiblemente alterada, no paraba de decir entre sollozos: "Me ha hecho daño". A la vez, también hacía alusión explícita a la presunta agresión sexual que había sufrido.

"No me van a creer"

La joven, en un principio, no quería denunciar. "No me van a creer", sostuvo. El juzgado abrió la investigación por la comunicación remitida por el hospital donde a la denunciante se le realizó un examen médico. El local de ocio nocturno activó de inmediato el protocolo: apartó a la víctima y a sus acompañantes a una habitación y llamó a los Mossos. Los agentes recogieron esa misma noche las huellas que la joven había dejado en el lavabo y que concuerdan con su versión, así como el semen que había en ese habitáculo. En el reconocimiento médico que le hicieron se recogieron otros restos en la ropa y en el cuerpo de la mujer.

Este viernes también han declarado ante la jueza dos camareros de la discoteca (uno de ellos es el que le dijo a la víctima y a sus acompañantes que Alves, al que no conocían, les invitaba a cava). Además, comparecieron en el juzgado el director de la sala, el portero y otra persona. Nada ha trascendido de su interrogatorio, ya que la jueza advirtió al abogado de la defensa, Cristóbal Martell, como a la de la acusación particular, Ester García, que debían mantener reserva sobre las diligencias judiciales. El letrado del jugador se limitó a decir: "Persisten las inconsistencias. No debo extenderme más, por expresa indicación del juzgado”.