Condenado un guardia civil a casi 10 años de cárcel por pagar a menores para abusar de ellos en Mallorca

Un agente de la Guardia Civil ha aceptado hoy una condena de casi diez años de cárcel por pagar a dos menores de 15 y 17 años a cambio de abusar sexualmente de ellos en Inca (Mallorca). Además, tomó imágenes de estos encuentros sexuales y tenía en su domicilio, en el cuartel del instituto armado, unos 50.000 archivos de pornografía infantil. El procesado ha reconocido los hechos durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Palma. La Fiscalía y el abogado defensor, Diego Marín, han alcanzado un acuerdo de conformidad que rebaja la petición inicial de pena del ministerio público, que era de casi 30 años de prisión. El pacto incluye un atenuante de reparación del daño por los 20.000 euros que el procesado consignó hace dos semanas 20.000 euros para indemnizar a los dos adolescentes. El acusado se ha declarado autor de cinco delitos de abuso sexual, inducción a la prostitución, corrupción de menores, captación de menores para elaboración de pornografía infantil y posesión de material pedófilo.

Los hechos ocurrieron durante el año 2020. El guardia civil, de 54 años, contactó con un chico de 15 años a través de una aplicación de citas. Charló con él durante meses y acabaron quedando para mantener relaciones sexuales a cambio de un Iphone. El acusado lo llevó a una zona apartada de Inca y abusó de él. Le dio el móvil y 80 euros. El adolescente acabó ingresando en un centro de protección poco después, cuando los servicios sociales detectaron su situación de desamparo.

En esas mismas fechas, el guardia civil utilizó la misma aplicación de contactos para charlar con otro menor de 17 años y conseguir que le enviara fotografías y vídeos suyos de contenido sexual. Según la Fiscalía, el agente se aprovechó de su vulnerabilidad porque la víctima tiene una discapacidad mental.

El acusado logró también concertar encuentros con este adolescente para abusar de él al menos en dos días diferentes. Durante estos encuentros, el funcionario grabó vídeos y tomó fotografías del chico, a quien entregó un anillo como pago por estas citas.

El sospechoso fue detenido a finales de abril de 2021 tras la denuncia presentada por los tutores de la primera víctima. Los agentes de la Guardia Civil encargados del caso llevaron a cabo un registro en su domicilio, en el cuartel de Inca. Allí encontraron, en cuatro dispositivos electrónicos, unos 50.000 archivos de pornografía infantil que al parecer había descargado de Internet y varias fotografías de uno de los adolescentes de los que abusó. No consta que compartiera este material con otras personas.