Crimen de Asunta

La heredera de Rosario Porto litiga para recuperar la casa en la que mataron a Asunta hace 10 años

María Teresa Sampedro reclama también por vía judicial los destrozos de los okupas en el chalé

Quiere ponerlo a la venta cuanto antes

Sobre el intruso detenido el lunes pesan numerosos antecedentes penales

Imagen de la casa de Rosario Porto en Teo tras el incendio sufrido en 2020 cuando los okupas ya estaban dentro.

Imagen de la casa de Rosario Porto en Teo tras el incendio sufrido en 2020 cuando los okupas ya estaban dentro. / Xoán Álvarez

Arturo Reboyras

María Teresa Sampedro, la heredera de Rosario Porto, quiere recuperar cuanto antes el chalet ubicado en Montouto (Teo) donde este jueves hace justo 10 años fue asesinada Asunta Basterra. La Nena, como era conocida en el entorno familiar de los Porto Ortega, ha presentado una denuncia en un juzgado de instrucción en Santiago para reclamar la desokupación de la mansión que en su día llegó estar a la venta por 1 millón de euros.

El requerimiento que han presentado en sede judicial los abogados no solo se limita al desahucio de los intrusos, al menos dos, que se han instalado en la propiedad, sino que en el escrito de los letrados se incluye también un requerimiento para que los okupas asuman los cuantiosos destrozos que los últimos años se han producido en el interior de la finca. Como se puede apreciar en las imágenes recientes publicadas en exclusiva por El Correo Gallego, del grupo Prensa Ibérica, del interior de la finca, la propiedad se encuentra en un estado de conservación muy malo; es más, todo parece indicar que desde que Rosario Porto ingresó en prisión en septiembre de 2013 junto con su exmarido Alfonso Basterra, acusados de asesinar a su hija Asunta, no se ha realizado ninguna labor de mantenimiento en la parcela.

La maleza, de la mano con los okupas, se ha hecho propietaria de la finca, los árboles están sin podar desde entonces, el verdín se ha apoderado de los caminos y de la piscina que en su día tanto disfrutó la familia y la casa quedó completamente devastada por un incendio, no se sabe si intencionado, que se originó en octubre de 2020 cuando ya estaba okupada. Dentro de la finca se puede apreciar una gran acumulación de chatarra, así como un coche de alta gama que según ha podido comprobar El Correo Gallego en los últimos años se ha ido deteriorando poco a poco y que permanece estacionado en lo que era el camino de acceso desde la entrada de la finca hasta la casa.

Según inmobiliarias consultadas, la finca no estaría hoy en día valorada más de unos 100 o 150.000€, puesto que sobre ella no solo pesa el estigma de haber sido el lugar donde se produjo uno de los crímenes más mediáticos de la historia reciente de España, sino que la reforma para ponerla a punto ascendería a varios cientos de miles de euros.

Chatarra que se acumula en el interior de la parcela.

Chatarra que se acumula en el interior de la parcela. / Antonio Hernández

Cabe recordar que fue en una de las habitaciones de la planta alta donde la Guardia Civil encontró en su primer registro una papelera de mimbre en cuyo interior había varios trozos de cuerda de la misma composición y color que la hallada junto al cuerpo de Asunta Basterra, cuando la madrugada del 22 de septiembre de 2013 fue hallado en una pista forestal de Cacheiras, donde sus asesinos habían depositado los restos de la niña en posición supina. En la vivienda, en uno de los armarios de la planta superior, también se encontró un rollo de la misma cuerda. Fue una de las pruebas que la investigación utilizó para relacionar el crimen de la pequeña con sus padres y para apuntar al chalet, que en aquel entonces ya era propiedad de Rosario Porto tras la reciente muerte de sus progenitores, como el lugar donde aquella tarde del 21 de septiembre, entre las ocho y las 9:00 de la tarde, los asesinos acabaron con la vida de la pequeña de 12 años, tras administrarle una elevada dosis de Lorazepam para sedarla. Luego acabaron con su vida asfixiándola con algún tipo de almohada o cojín.

Actualmente, de la casa apenas se podría conservar la estructura exterior, puesto que el interior, que ya se encontraba en un estado de notable deterioro en el momento de la muerte de Asunta, está prácticamente destrozado, ya no solo por la acción de los okupas, sino también por la falta de mantenimiento. En la finca habría que invertir una cuantiosa cantidad de dinero para poner a punto las zonas ajardinadas y también la piscina y los lugares de descanso. Sampedro pretende que la justicia reconozca la responsabilidad de los okupas sobre el estado actual de la propiedad, que quiere poner a la venta y deshacerse de ella lo antes posible.

La Guardia Civil detuvo este lunes, tal y como adelantó en exclusiva a El Correo Gallego, a una de las personas que habitan en el lugar del crimen de Asunta Basterra de forma ilegal. Según ha podido saber este miércoles, la Benemérita procedió al arresto y traslado a la prisión de Teixeiro de este individuo tras un requerimiento del juzgado de Penal número cinco de A Coruña. Se trata de un varón con numerosos antecedentes penales por diversos tipos de delitos, entre ellos muchos robos. Aunque la detención no está relacionada directamente con la okupación, ni con el Caso Asunta, todo parece indicar que este okupa y sus acompañantes también tendrán que responder ante la justicia, una vez más, por haberse hecho de manera ilegal con el chalé donde murió la niña de origen chino hace diez años, así como por el estado ruinoso en el que se encuentra actualmente la propiedad.

Diez años después del crimen que conmocionó Santiago, apenas una misa organizada por la que fue la cuidadora de Asunta durante años recordará a la pequeña asesinada.

Décimo aniversario

Las claves del caso

1.- La condena. Hoy se cumplen diez años desde que la noticia del asesinato de la pequeña Asunta Fang Yong Basterra Porto, de 12 años, abrió una nueva página en la historia de la crónica negra de la capital gallega. El juicio por su asesinato empezó a principios de octubre de 2015 en la Audiencia Provincial de La Coruña, con un total de 84 testigos y 60 peritos. El jurado popular determinó, por unanimidad, que sus padres adoptivos eran culpables de asesinato. Consideraron probado, además, que tanto Alfonso Basterra como Rosario Porto suministraron de común acuerdo y repetidamente a Asunta, durante al menos tres meses antes de su muerte, un medicamento que contenía lorazepam, así como que fue el padre el encargado de comprarlo. En 2016, el Supremo confirmó la condena de 18 años de cárcel para ambos progenitores. 

2.- Rosario Porto se suicida. La abogada, que había cumplido siete años en tres prisiones fue hallada ahorcada en la cárcel el 18 de noviembre de 2020. No era la primera vez que había intentado quitarse la vida. Ya lo había intentado el 12 de noviembre de 2018 enroscándose un cordón alrededor del cuello estando en la ducha y llamando a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo. El episodio terminó ahí, ya que los funcionarios acudieron de inmediato. 

3.- El móvil del crimen. El motivo del asesinato ha sido, y sigue siendo en la actualidad, una de las grandes incógnitas del caso. Una de las hipótesis que más se trabajó giraba en torno a las motivaciones económicas, pues los abuelos de Asunta dejaron a su muerte un importante patrimonio a su nieta, que pudo haber motivado el crimen por las supuestas dificultades económicas que atravesaba el matrimonio, según el entorno familiar de la madre. Otra de las hipótesis más relevantes se centraba en el estado psiquiátrico de Rosario Porto, que consumía antidepresivos. Ni Rosario Porto ni Alfonso Basterra confesaron nunca.