Investigación

Prisión provisional para el conductor del autobús español accidentado en Francia tras dar positivo en cocaína

El chófer, dueño de la empresa Chavi Tours, está acusado de diversas irregularidades, como llevar el tacógrafo desactivado o tener la ITV caducada

Una imagen del autobús tras el accidente en Francia.

Una imagen del autobús tras el accidente en Francia.

Germán González

Alejandro C. R., dueño de Chavi Tours y conductor del autocar que el pasado fin de semana se accidentó en Porté-Puymorens (Francia), provocando dos muertos y una treintena de heridos, la mayoría vecinos de L'Hospitalet de origen colombiano, ha ingresado en prisión provisional acusado de los delitos de homicidio involuntario y lesiones agravadas por no cumplir con la obligación de cuidado o seguridad en la conducción. La fiscalía de Marsella acusa al chófer, de 50 años, de estos delitos tras constatar que dio positivo en cocaína después del accidente.

El conductor, que estaba ingresado en un hospital de Toulouse recuperándose de las graves lesiones que sufrió en el siniestro, también está acusado de llevar el tacógrafo desactivado. Además, el vehículo que llevaba hacía seis meses que no había pasado la ITV obligatoria para el transporte de pasajeros. Por eso la Generalitat abrió expediente a la empresa Chavi Tours que está liquidada desde el pasado septiembre tras un concurso de acreedores.

Los investigadores acusan al conductor de dar positivo en benzoilecgonina, que se genera por el metabolismo de la cocaína. A consecuencia de las heridas por el accidente, se le tuvo que sacar sangre para ser analizada por laboratorios toxicológicos, que han confirmado el positivo por el consumo de la droga poco antes de sufrir el siniestro.

Además, la policía francesa cree que cometió varias irregularidades más, como haber desactivado el tacógrafo, que registra la velocidad y tiempo de conducción del autocar que llevaba, que tampoco había pasado la inspección técnica obligatoria desde 2023. El conductor está detenido provisionalmente desde el 4 de diciembre y compareció ante un juez de instrucción de los tribunales de Marsella, quien ordenó su ingreso en prisión.

Está acusado de homicidio involuntario agravado por el uso de estupefacientes, además de acusarle de los delitos de lesiones involuntarias y la puesta en peligro de la vida de terceros. Las autoridades francesas agrava la acusación por la "violación deliberada" de su obligación particular como conductor de primar la prudencia y la seguridad de los pasajeros. La fiscalía también señala que fallaron los frenos del autocar y que antes de salir del Pas de la Casa para volver a Barcelona, ya había vivido un incidente mecánico. 

En el siniestro murieron dos personas, Luisa Fernanda Escobar Castillo, de 24 años, y Claudia Patricia Palacio Mejía, de 45, de nacionalidad colombiana. De los 49 pasajeros que iban en el autocar, 41 fueron ingresados en hospitales de España y Francia por las lesiones de diversa consideración que sufrieron. Media docena permanecen todavía en centros sanitarios, pese a que no se teme por la vida de ninguna.

Sin frenos

Más de treinta pasajeros que iban en el autocar son de nacionalidad colombiana y residen en Barcelona y poblaciones de su entorno, principalmente en L'Hospitalet. Cuando sufrieron el siniestro, volvían de Andorra tras pasar una jornada de compras. El vehículo iba cuesta abajo por la carretera RN-320, con muchas curvas al bordear los Pirineos, cuando se quedó sin frenos, por lo que el conductor tuvo que impactar contra una pared lateral de roca.

Las autoridades francesas podrían pedir a los Mossos d'Esquadra información sobre el conductor, sobre si tiene algún tipo de antecedente por un delito contra la seguridad viaria. La Generalitat ya anunció que podría personarse como acusación en la causa judicial que se ha iniciado en Francia. 

También las víctimas del accidente están organizándose para reclamar a la empresa del conductor por este siniestro y estudian hacerlo contra la persona que organizó esta excursión a Andorra, una mujer de nacionalidad colombiana que también quedó gravemente herida en el accidente.

Su hija, también lesionada, aseguró hace unos días que "no fue intencionado, no tengo palabras. Fue un accidente". El abogado que representa a la familia explicó a este medio que el viaje estaba integrado por un grupo de amigos colombianos que suelen ponerse de acuerdo para organizar "varias actividades" y por eso la excursión únicamente se publicitó por un grupo de WhatsApp de amigos. También se podían sumar algunos conocidos de estos.

Tras una semana de recuperación por las lesiones, empieza el largo proceso de sanación de las secuelas y el impacto emocional que ha dejado el accidente junto con afrontar un procedimiento judicial en el que debe dirimirse la responsabilidad de este siniestro mortal.

Tracking Pixel Contents